Como había anunciado hace unos días, el 26 y el 27 de marzo completé mi ruta literaria por los pueblos de Sevilla dentro del programa El placer de leer de la Diputación, que cuenta con su propia web y con un foro donde se habla del proyecto y de los diferentes libros seleccionados para participar. Por segundo año consecutivo, uno de estos libros fue Ladrones de Atlántida.
La experiencia en El Ronquillo y Las Cabezas de San Juan fue, más que satisfactoria, reconfortante. Me llenó de alegría comprobar que los coordinadores y los concejales de las áreas de Juventud se habían tomado muy en serio su responsabilidad dentro del programa y los chicos iban leyendo al unánime la novela o bien ya se la habían leído cuando fui a hablar con ellos. ¡Todos! Cuando piensas que unos treinta chavales se han leído tu obra simultáneamente, se forma una bola de orgullo y felicidad dentro de ti que tarda en deshacerse, sobre todo tratándose de Ladrones de Atlántida, que está pensada para un público de mayor edad.
En El Ronquillo descubrí a un montón de futuros escritores. Muchos de los chicos que fueron a hablar conmigo escriben en la revista del colegio y, como pude ver, lo hacen bastante bien. Nadie diría que algunos de sus textos están escritos por jóvenes de 12 ó 13 años. Desde aquí les animo a continuar con sus proyectos.
En Las Cabezas de San Juan fui acogido con la misma hospitalidad en la Casa de la Cultura e incluso un medio local de comunicación me hizo una entrevista en la biblioteca, rodeado de libros, antes de empezar. Luego me condujeron al salón de actos y me puse ante los lectores, de pie, a la altura de las butacas, para poder verles a todos cara a cara y para no intimidarles desde el estrado. No sé si esperaban que subiera al escenario, pero las preguntas no se interrumpieron en ningún momento y volví a disfrutar muchísimo con todo aquello que se les ocurrió plantear.
Como había pasado la tarde anterior en El Ronquillo, alguien sacó a relucir la "parte erótica" del libro, sobre lo que hablamos, entre risas, con naturalidad, concediéndole la importancia justa y crucial que tiene en el desarrollo de la historia. Después, me enseñaron los dos murales que habían hecho acerca de dos de los protagonistas: Weni y Kadham.
Naturalmente, ambas sesiones terminaron con la firma de ejemplares. Por cierto, ¡no olvidéis vuestros libros la próxima vez! A los escritores, que somos un poco egocéntricos, nos encanta estampar una dedicatoria.
No quería terminar este artículo sin agradecer a Piratas de Alejandría la organización tan cuidada que han logrado en esta edición, así como el respaldo que han dado a los autores, al acompañarles a los encuentros, y la magnífica promoción que han hecho de las actividades, consiguiendo tan excelente participación por parte de todos. Así es como las cosas funcionan y siguen adelante.
Fotos cedidas por Piratas de Alejandría
Desde luego qué alegría da ver estas fotos. Debe ser algo muy grande conversar con tus lectores y descubir perspectivas inéditas en la imaginación del propio autor.
ResponderEliminarque alegría ver estas fotos y que alegría saber que todo te va bien, me alegro mucho
ResponderEliminarbesos
Es cierto, resulta una experiencia formidable descubrir cómo el universo que empezaste continúa en los lectores.
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