martes, 27 de diciembre de 2011

Taller: La virtualidad del proceso narrativo de Bremond

El trabajo del semiólogo Claude Bremond, que quedó reflejado en su Logique du récit, amplió la investigación de Vladimir Propp, que le parecía demasiado estricta y restrictiva. En su obra, Bremond presentaba un cuadro de estructuras mucho más completo y flexible, con reglas que podían aplicarse a casi cualquier cuento, más allá de los tradicionales rusos que originaron la teoría de Propp.

Para empezar, Bremond determina que podrá considerarse que un texto es un relato si está constituido por:

- Una sucesión mínima de acontecimientos que transcurran y avancen en el tiempo y, además, estén orientados a un fin.

- Una unidad temática alrededor de un sujeto, animado o inanimado, que se coloca en la sucesión de acontecimientos y permite reunir al resto de componentes.

- Una transformación a lo largo de los acontecimientos.

- Un proceso en el que se desarrolle la transformación, que representa un continuo temporal desde una situación inicial hasta el estado de la resolución.

- Una causalidad narrativa que establece el orden de las causas entre los acontecimientos, más allá de su orden cronológico. Las relaciones causales entre los acontecimientos generan una puesta en intriga.

- Una evaluación final, ya sea explícita o implícita, a decisión del narrador.

La teoría de Bremond se basa en los siguientes pilares:

- La unidad base es la función realizada por el personaje.

- Las funciones que distinguía Propp están integradas por tres secuencias básicas: la primera presenta la posibilidad de una acción como una virtualidad, la segunda el desarrollo de dicha acción y la tercera cierra el ciclo del proceso narrativo y con ella el personaje puede alcanzar su objetivo o fracasar.

- Ninguna de las secuencias descritas necesita de las otras ni se tienen que presentar en este orden.

- Los elementos esenciales del relato, como proceso narrativo, son la sucesión, la integración y la implicación de los acontecimientos, que pueden presentarse de forma positiva o negativa, es decir, pueden ser de mejoramiento o degradación.

Con la primera secuencia, el narrador abre la posibilidad de una acción. Con la segunda, el narrador decide si desea actualizarla (hacerla pasar al acto, realizarla) o no (manteniéndola por tanto en su estado de virtualidad). La tercera, cuya presencia depende del signo positivo o negativo de la anterior secuencia, refleja el resultado del proceso.

Según Bremond, la estructura del relato no es siempre lineal ni sigue una secuencia lógica de acciones. El proceso narrativo debe ser estudiado más bien como un árbol de alternativas, basado en las tres secuencias ya mencionadas.

Esto permite también estudiar los papeles y los personajes de forma dinámica, tanto en lo que se refiere a su situación frente a la acción (pueden ser activos o pasivos) como al progreso de la acción misma (su relación con ella puede presentarse como virtual, en curso o concluida). Los personajes no son héroes y villanos, sino pacientes, cuando sufren alguna transformación y son afectados por este proceso, y agentes, que inician una acción para afectar o modificar a alguien.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Feliz Navidad y próspero 2012 a todos

Ojalá el cambio de ciclo maya que toca dentro de un año, si ha de producirse, nos lleve a un mundo más sostenible en todos los sentidos. Mientras tanto, Irene y sus papás os desean a todos paz, felicidad, trabajo y buenos sentimientos.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Reflexiones de un ser mundado: La urgencia de los demás

Como casi todo el mundo, odio las colas y las esperas. Por eso, procuro llevar siempre encima algún librito, para poder leer y no agobiarme con la sensación de estar perdiendo el tiempo. Es cierto que puede darse la oportunidad de conocer gente o, al menos, establecer contacto con desconocidos. Pero, curiosamente, en las colas y las salas de espera, solemos tener pocas ganas de conversar. Nuestras mentes se enfrascan en el motivo que nos ha llevado a esa situación y apenas si sabemos hablar de otra cosa.

Sin embargo, lo que más detesto es el desprecio al tiempo y a la urgencia de los demás. He tenido que acudir repetidamente a la consulta del médico, en mi Centro de Salud. Recientemente, el personal se ha vuelto más riguroso y no puedes ser atendido si no has pasado por el mostrador de recepción para pedir turno. Esto es estupendo para imponer orden y evitar que los más listos se planten en la puerta de la consulta y se salten a la torera el turno de los demás. Pero me ha llamado poderosamente la atención que sigue ocurriendo algo imposible de evitar. Cuando terminan con un paciente, llaman al siguiente. Han llegado a nombrar hasta a tres personas distintas sin que estén presentes. Claro, así se explica que nunca haya citas disponibles para el día siguiente cuando llamas o intentas concertarla por internet. ¿Cuántas personas piden cita y luego se ausentan sin anularla? ¿Cuántas personas abusan de esta forma y olvidan la urgencia que pueden tener los demás?

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Taller: El diálogo en una narración

El acto de contar una historia se basa en tres formas de discurso: la narración, la descripción y el diálogo. El diálogo es uno de los recursos más frecuentes en un relato de ficción y también más valiosos, en cuanto que ayuda a construir la personalidad de los personajes y expone a su arbitrio una parte importante de la historia que se desea contar. Constituye una forma de uso lingüístico en la que se dirigen enunciados a un interlocutor y son contestados. Estos enunciados, que suelen ser breves, están condicionados por la temática y la situación del relato.

El diálogo es la base del género teatral, pero, empleado en cualquier tipo de ficción narrativa, es uno de los mecanismos para reducir la presencia del narrador y potenciar la del personaje. Un buen diálogo puede dar voz a los personajes como si fueran personas reales. Para ello, debe reunir las siguientes caraterísticas:

- Natural: El diálogo ha de responder de forma diferenciada al modo de ser del personaje y resultar adecuado a su categoría social, edad, sexo, etc.

- Significativo: Debe transmitirse una información precisa y desecharse todo aquello que no sea revelador acerca del carácter del hablante o de la situación en que se encuentra.

- Progresivo: Ha de utilizarse con una finalidad concreta, en función del desarrollo de los personajes, las situaciones y los incidentes.

- Dinámico y ágil: La abundancia de preguntas y respuestas, las frases breves otorgan vivacidad al diálogo. Deben evitarse los parlamentos prolongados y las frases rotundas.

Básicamente, el diálogo puede presentarse en una narración de dos maneras, aunque siempre es conveniente matizarlo con aspectos descriptivos que expliquen al lector lo que siente y hace el personaje mientras habla:

- Estilo directo o diálogo natural. Lo que dice el personaje aparece citado literalmente, de modo que leemos u oímos sus propias palabras. Se puede presentar indicando el nombre del personaje que habla, al comienzo de su intervención (como en las obras de teatro) o indicando con verbos adecuados (dijo, preguntó, exclamó, contestó, etc.) quién toma la palabra en cada momento.

- Estilo indirecto. El narrador reproduce lo expresado por los personajes (con locuciones como "dijo que") o el uso de la frase dialoquial, mediante la que el narrador se convierte en la voz de uno de los personajes.

No obstante, hay otras formas de presentar el diálogo:

- El monólogo interior. El narrador nos sumerge completamente en la mente del personaje y revela toda su interioridad. Se suele emplear para reflejar desesperación y angustia.

- El poliloquio o diálogos entrecruzados. Los personajes actúan con entera libertad, hablando de lo que a cada uno interesa y haciendo olvidar al lector que realmente es el autor el que, de forma oculta, escoge las frases que aparecen.

- El diálogo creacional. Mediante el mismo, el autor expresa situaciones y ambientes sin necesidad de acudir a otros recursos como la descripción. En este caso, el diálogo es la base fundamental de la novela, pues, sin él, toda la construcción narrativa se vendría abajo.

- El diálogo significativo. Salpica la novela con frases cortas y muy significativas, que hacen innecesarios diálogos largos entre los personajes, pues encierran en sí mismas toda la importancia semántica que requiere el texto.

- El diálogo de narración objetiva. Esta técnica, procedente del cine, intenta construir un personaje dándonos una serie de palabras, de actos, de gestos, pues la única información que de él se posee la ofrecen sus acciones y sus palabras.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Reflexiones de un ser mundano: La impotencia de ser un ciudadano vulgar y corriente

Hace mes y medio, acudí a una comisaría de policía para poner una denuncia por falsificación de documentos. ¿Por qué? En resumen, una compañía italiana de alquiler de coches con la que había tratado durante mis vacaciones en la Toscana hizo un cargo en mi tarjeta de crédito que yo no había autorizado y cuya causa desconocía completamente. Por este motivo, hablé con mi banco y reclamé la devolución. Pasado el tiempo, la empresa de alquiler de coches justificó la operación ante VISA proporcionando copia de una serie de documentos relacionados con el asunto. Entre estos documentos figuraba una carta supuestamente firmada por mí en la que autorizaba la ejecución del cargo antes mencionado. El problema es que yo nunca firmé dicha carta y, además, es imposible que lo hiciera porque, en la fecha de la carta, hacía varias semanas que ya me había marchado de Italia. Mientras VISA y mi banco siguen tramitando el expediente de mi reclamación, que comenzó hace más de tres meses, me pareció conveniente denunciar el uso fraudulento de mi firma.

El agente de policía que me atendió estuvo de acuerdo conmigo en que había indicios de delito en el caso que le expuse y se cursó la denuncia. Al cabo de varias semanas, el Juzgado de Instrucción decidió sobreseer el caso por la vía penal y me lo comunicó por escrito, instándome a recurrir si lo creía procedente. Acudí al día siguiente al juzgado para informarme y dispuesto a poner un recurso. En el juzgado, me recibió un oficial que no pudo hacer nada para ayudarme.

Para empezar, aunque mi plazo para reaccionar era muy limitado, de 3 a 5 días, las Diligencias Previas de mi caso no estaban en el Juzgado aún, por lo que no tuve acceso a ellas y no pude averiguar qué había motivado el sobreseimiento del caso. Se suponía que obraban en poder del Fiscal, pero tampoco se sabía si este decidiría recurrir mi caso, entre otras cosas porque se trataba de un hecho producido en otro país, lo que complicaba la gestión (vamos, que seguro que no hacía nada). También se me aclaró que una denuncia por vía penal siempre debe hacerse contra una persona física concreta, nunca contra una empresa u organización, algo que no sabía cuando acudí a poner mi denuncia. Aparte de la falta de información que tengo como ciudadano, lo que facilita que haga las cosas mal y me equivoque desde el principio (¿tendría que empezar desde cero y poner una denuncia contra el presidente o el director de la empresa que ha falsificado mi firma?), me topé con un callejón sin salida.

Yo quería seguir adelante con el caso, llevándolo por la vía civil. Sin embargo, no podía hacerlo por mis propios medios. Tenía que hacerlo a través de un abogado. ¿Hay algún abogado que trabaje gratis o sin cobrar antes de empezar? Entonces me di cuenta de lo indefensos que estamos todos los ciudadanos ante la Ley. Nos resulta imposible competir contra quienes tienen dinero y no les importa gastárselo en abogados, aunque les cuesten más que lo que necesitan ganar o recuperar, como es mi caso.

Lo cierto es que lo único que me cabe esperar es que VISA logre llegar hasta el fin y recupere mi dinero (aunque ya están tardando más de lo que a mí me parece normal). Pero los causantes del delito en sí mismo van a quedar impunes y no hay nada que pueda hacer. Al igual que ocurre con la Oficina del Consumidor (¿alguna vez os ha servido para algo poner una reclamación en un establecimiento que no sea un aeropuerto?), el sistema jurídico me parece inútil y desconcertante para un ciudadano que intenta comportarse con ética y paga sus impuestos y sanciones cuando le toca. Estas situaciones me ayudan a entender la necesidad de acogerse a servicios como los que ofrece Legalitas, aunque me gustaría saber si realmente son efectivos.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Taller: ¿Qué es la narrativa?

De forma muy breve, la literatura es un proceso que implica tres dimensiones (el autor, el texto y el lector), entre las que se puede establecer una relación a través de diferentes géneros (narrativa, poesía, ensayo, teatro, etc.).

En particular, al referirnos al objeto de la narrativa, podemos decir que hablamos de relatos que constan de una serie de sucesos y la concepción de un mundo ficticio (la historia), a través de un ambiente y de la interpretación humanizada de los hechos (narrador y personajes), con posibles comentarios, implícitos o explícitos, sobre la condición humana que representan la idea central en el relato (el tema). Para intentar determinar el género, se puede introducir un cuarto elemento, el modo en que el autor manipula las acciones, el tiempo, los personajes y la estructura de los sucesos (el discurso).

La Historia se puede caracterizar por los siguientes elementos:

- Marco: Es la razón que justifica el acto narrativo de contar la historia (quién la narra, a quién se cuenta y por qué). Cuando se incluye, puede ser abierto, si solo se hace al comienzo, o cerrado, cuando también se hace al final.

- Desarrollo: Consta de presentación (exposición del ambiente, del escenario, de los personajes y sus relaciones), nudo (proceso cronológico de los sucesos), clímax (momento de máxima tensión) y desenlace (consecuencias de los sucesos y respuesta a las incógnitas que han surgido durante el nudo; puede ser abierto o cerrado). El desarrollo se puede manifestar basándose en la lógica causal o temporal.

- Suspenso: Se consigue suscitar con puntos decisivos, que sirven para ordenar las acciones e inician cambios fundamentales para el desarrollo de la historia y para la percepción de lo que puede ser el desenlace, o con el clímax.

El Tema puede ser dominante, único, múltiple, explícito o implícito.

En el Discurso, el autor utiliza los recursos y procesos de comunicación a su alcance para transmitir la historia. Se caracteriza por:

- La estructura que adopta.

- La presentación de los sucesos (la trama y los indicios que incluye a lo largo del texto para guiar al lector o confundirle, generar tensión o anticipar conclusiones).

- El tono (irónico, sarcástico, realista, etc.) con que ayuda a definir la ambientación.

- El estilo: literal, figurado, directo o indirecto.

- El tiempo: cronológico o psicológico.

- La función que confiere a cada acción narrada para describir lo que desea expresar.

El Narrador es parte integrante de la historia y del discurso. Para empezar, es muy importante saber quién es y desde qué perspectiva cuenta la historia. El punto de vista cambia en función de si se narra en primera, en tercera o incluso en segunda persona. La clasificación es complicada, pues, por ejemplo, un narrador en tercera persona puede ser fidedigno o no, omnisciente o no, un testigo con una perspectiva subjetiva de los hechos, o un objeto que narra lo que presencia de forma objetiva. La distancia, espacial, temporal o psicológica, desde la que cuenta la historia es otro factor a tener en cuenta.

A su vez, el narrador controla los dos procedimientos complementarios de toda narrativa, la mímesis (showing o relato de lo hablado, diálogos y monólogos directos o indirectos) y la diégesis (telling o relato de lo no hablado, exposiciones y descripciones de personas, objetos, acontecimientos y otros detalles) y, mediante ellos, la concepción de los personajes.

Por último, también influyen, tanto como el lector empírico (quien lee la obra), las figuras del lector implícito (perfil de lector al que se dirige la obra) y del narratario (el destinatario ficticio de la narración).

martes, 13 de diciembre de 2011

Libros en venta

Desde hoy, tienes disponible en la sección de la derecha, bajo mi fotografía, un enlace al apartado de libros en venta, en el que iré añadiendo títulos de mi biblioteca de los que tengo que desprenderme, por si te interesa alguno de ellos. Encontrarás la relación completa aquí.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Reflexiones de un ser mundano: Inmediatez y globalidad

Algunos de los aspectos que caracterizan nuestro hábitat actual, por su evolución a través de la tecnología y las comunicaciones, son sus máximas virtudes pero también pueden constituir elementos conflictivos y criticables. No dudo de la naturaleza positiva que supone poner la información de inmediato a disposición de todo el mundo, pero puede suponer un gran problema cuando el usuario de esa información no tiene criterio, experiencia o conocimiento suficiente para discriminar de qué manera le puede ayudar o qué le aporta. Voy a poner dos ejemplos que pueden resultar controvertidos.

Como contaba hace unos días, desde la ventana que tengo a mi lado en la oficina, he podido ver cómo se han desarrollado las labores de montaje (y ahora desmantelamiento) de las estructuras instaladas para la celebración de la Copa Davis en el Estadio Olímpico de Sevilla, así como los entrenamientos de los tenistas. El día de la inauguración cayó un chaparrón. Llovió muy poco, pero bastó para que se produjeran unas molestas justo sobre el terreno de juego. Se trataba de un problema grave, porque la organización debía asegurar el hermetismo del espacio donde se iba a realizar el evento. Lo cierto es que no llovió más y, como pude observar, los operarios no tardaron en subir al techo de la estructura para resolver la situación. Pero, minutos antes, la prensa digital hacía eco de la incidencia con titulares preocupantes en los que se anunciaba la posibilidad de que no se jugara el primer partido. La noticia aún seguía en primer término en las portadas virtuales de los periódicos incluso aunque el público ya estaba empezando a ocupar su plaza en las gradas, dispuesto a asistir a dicho partido. No se puede entender esto más que si se hace con la finalidad de causar voluntariamente algún tipo de perjuicio (el coste de los preparativos solo tenía sentido y sería fructífero si el evento se celebraba con normalidad y el público asistente se comportaba como se esperaba haciendo gastos en la ciudad). Como se demostró después, sobraron los alarmismos. Yo mismo me reí en privado de las goteras y de la falta de fiabilidad que ofrecían los resultados de tantos días de trabajo, pero considero que sobraba la interpretación hecha por algunos medios y la inmediatez con que había reaccionado la prensa digital, que solo conseguía poner nervioso a todo el que pensaba asistir y leía el artículo (apenas cinco frases).

La inmediatez con que puedes comunicar usando la Red está sirviendo para publicar noticias sin que se hayan meditado previamente, con la ética profesional que debe aplicar quien revisa la edición de una publicación de este tipo antes de que salga a la luz. Parte de la prensa sigue usando el sensacionalismo más dañino innecesariamente.

Por otro lado, mientras hacía indagaciones sobre el uso del número 112 para la denuncia y la atención de emergencias, he ido a parar a la entrada de Wikipedia que versa precisamente sobre esto. Todos deberíamos saber que Wikipedia no es una enciclopedia en cuanto que la fiabilidad de la información que recopila no es completa, pero la verdad es que no todos lo sabemos. Lo cierto es que Wikipedia se ha convertido en una referencia respetable por el simple hecho de que se nutre del esfuerzo voluntario de la globalidad que accede a internet. El problema surge porque el criterio con que se selecciona y criba la información que se expone en Wikipedia no es académico. Pero debería serlo.

En la sección sobre “Países que disponen del 112”, después de explicar que se utiliza en Europa y en algunos puntos de América, se añade:

En Spira, el 112 también es el número de emergencias a nivel nacional, encontrándose disponible en los 56 estados del país”.

Si un estudiante utiliza esta información para documentar un trabajo de clase, a mi juicio perdería muchos puntos, entre otras cosas porque hay que contrastar las fuentes, pero, en función de la edad, no tiene por qué saber hacerlo. ¿Qué es Spira? Un mundo ficticio sacado de unos famosos videojuegos. Pero, en un asunto tan serio y relevante como el 112, ¿por qué se alude a un mundo ficticio en un apartado en el que se habla de los países que disponen del mismo? En todo caso, debería tratarse aparte, como una curiosidad y remarcarse claramente así. Naturalmente, Wikipedia te permite comentar y discutir estos aspectos, pero, de momento, ahí está la equivocación, que puede llevar a creer a alguien que existe un país llamado Spira en el mundo real.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Taller: Modalidades narrativas

Hay muchas formas de contar una historia, pero, en función del punto de vista del narrador, las distintas modalidades existenes se pueden describir brevemente:

1. Narración en primera persona: Se narra una acción utilizando el punto de vista de la primera persona gramatical, "yo". El autor, el narrador y el protagonista están plenamente identificados. Puede ocurrir que un personaje sea el que cuente la historia, como si le hubiese sucedido a él mismo (narraciones autobiográficas) o como testigo. En este caso, el narrador sólo conoce una parte de la historia, es decir, no es omnisciente. Las crónicas o memorias y las confesiones son otros ejemplos de esta forma de narrar, cuyo interés principal es otorgar al relato la apariencia de algo vivido y experimentado personalmente.

2. Narración en tercera persona: Es la forma más común, la que emplea la tercera persona gramatical. Se puede hacer de distintas formas:

- Punto de vista del autor omnisciente, cuando el narrador demuestra un conocimiento total y absoluto de todo lo narrado, es decir, conoce los sucesos exteriores y también los sentimientos más íntimos de todos los personajes.

- Punto de vista de la tercera persona limitada, cuando el narrador ve y cuenta la acción, pero no con un conocimiento absoluto, sino que asume únicamente la función de un observador de los hechos.

- Punto de vista del narrador-testigo, cuando quien narra no es el narrador directamente, sino que lo hace a través de un personaje que cuenta, en tercera persona, todo lo que ve y observa.

En la narrativa contemporánea se observan otras modalidades:

3. Narración en segunda persona: El narrador es también narratario, es decir, se cuenta a sí mismo los sucesos.

4. Enfoque narrativo múltiple: El narrador expone el punto de vista de cada personaje, presentando la misma acción desde diferentes perspectivas.

5. Narración objetiva: El narrador relata de la misma manera en que lo haría una cámara fotográfica, de cine o televisión.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Había una vez un estadio olímpico...

El cofre del autor
Hoy comienza la final de la Copa Davis entre España y Argentina en el Estadio Olímpico de Sevilla. No soy muy aficionado al deporte y, en particular, aún menos al tenis, a pesar de que me parece digna de admiración la carrera de deportistas como Rafa Nadal.

No obstante, en esta ocasión singular ha resultado imposible que no me sienta atraído por el evento. Trabajo en la quinta planta de la torre Noroeste del Estadio Olímpico y, desde la ventana que tengo justo al lado, he podido comprobar cómo se han desarrollado los trabajos de preparación de las pistas y las gradas durante las últimas tres semanas y cómo han entrenado los tenistas en estos días.

Una de las cosas que más me ha llamado la atención fueron las cuatro grúas descomunales, de 25 toneladas cada una, que se usaron para elevar y mantener en el aire el techo de la pista principal, una plataforma de 100 toneladas, mientras colocaban en su sitio los pilares que debían sostenerla. Por lo demás, se ha tratado de una obra enorme que ha dejado las pistas de atletismo y el césped del terreno de juego irreconocibles.

Así era el estadio antes de la Copa Davis, tal como aparece en su web:

Así está el estadio una vez preparado para el evento:

Y Rafa Nadal en pleno entrenamiento:

jueves, 1 de diciembre de 2011

Taller: Elementos de la narración

Hace unos 100.000 años, en algún lugar de África al sur del Sahara, un ser humano empezó a articular las primeras palabras. Con el transcurso del tiempo, se fue componiendo el lenguaje, el primero de nuestra existencia como especie. Fue la única vez que hablamos el mismo idioma, la lengua matriz de la que descienden todas las demás.

Aparte de facilitar la interrelación entre los distintos miembros de un grupo y la comunicación de hechos, sentimientos o necesidades, el lenguaje oral comenzó verdaderamente su evolución cuando alguien empezó a utilizarlo para contar historias, ya se tratara de anécdotas reales o de fábulas inventadas.

Para construir los relatos, independientemente de su forma, verbal o escrita, es necesario reunir los siguientes elementos:

1. La acción (lo que sucede). La narración se teje como la concatenación de escenas hasta alcanzar el desenlace. El arte de narrar radica en hacer esto con habilidad, para lograr suscitar el interés y la curiosidad del lector, oyente o espectador. Para eso está el conflicto de fuerzas, la pieza central de interés que incita a la acción.

Dado que la confusión desorientaría al lector, resulta fundamental el orden en que se cuenten los acontecimientos. La estructura más simple del texto narrativo es la composición lógica, aquella que expone los sucesos según su desarrollo cronológico y causal, presentando los diferentes personajes conforme vayan apareciendo en la historia. También se emplear la composición libre o artística, que se basa en romper esta secuencia natural, empezando por el final o por el medio.

2. El tiempo (¿cuándo sucede?). En toda narración existen dos clases de tiempos: aquel en el que se desarrolla la historia y otro en el que se desarrolla la intriga. Dependiendo de estos tiempos, el relato puede incluir ciertas variaciones en su ordenación:

- Orden lineal de los acontecimientos.
- Información sobre hechos pasados (analepsis según Genette).
- Prolepsis o anticipación del futuro.
- Anacronía o desajuste entre el orden de los sucesos y de lo narrado.

También puede afectar a su duración:

- Elipsis o salto en el tiempo, que suprime algunas escenas sin que se pierda la continuidad de la historia.
- Sumario retrospectivo o resumen de acontecimientos pasados.
- Sumario progresivo o anticipación de acontecimientos futuros.
- Escena, cuando coincide el tiempo de los sucesos con el tiempo de la narración.
- Extensión, cuando el tiempo del relato es mayor que el de los acontecimientos porque, por ejemplo, el autor se detiene en descripciones o análisis de lo sucedido.

3. Los caracteres (personajes que realizan la acción). Son los elementos funcionales de la estructura narrativa. En toda narración se cuentan hechos en los que intervienen personas, aunque también puede darse el caso de que aparezcan animales o cosas con cualidades humanas (por ejemplo, en las fábulas). En la mayor parte de las ocasiones, los rasgos físicos y psicológicos del personaje se reducen a los más significativos de su carácter y condición, pues su personalidad se irá revelando conforme avance el relato.

4. El ambiente (medio en el que sucede la acción). En el desarrollo del carácter humano influyen múltiples factores de orden fisiológico, sociológico o hereditario. Pero, además, las personas están condicionadas por las circunstancias que lo rodean, por el ambiente histórico y social en el que vive: el medio contribuye a modelar su moral y su psicología. Por este motivo resulta tan importante el ambiente dentro de la narración. La elección y elaboración de un marco espaciotemporal adecuado concede un fondo de autenticidad a lo narrado que no se conseguiría de otro modo.