MUCHO ANTES DE QUE "BOLA DE DRAGÓN" INVADIERA CON SU FRESCURA Y DESCARO LA PANTALLA DEL TELEVISOR, HABÍAMOS VISTO EN EL CINE COSAS QUE ANTES NOS PARECÍAN INIMAGINABLES.
Cuando se estrenó Superman, yo ya era seguidor incondicional de Spiderman, pero nunca se había visto nada igual en las salas de proyección. Por fin parecía que aquel tipo volaba de verdad, más o menos. Quedé maravillado con su capa inútil, que siempre ondeaba a la espalda. Sin embargo, nunca compré un cómic del personaje.
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3 comentarios:
Un artículo genial, José Ángel, como siempre.
Yo, como soy un nostálgico sin remedio, de los de discos de vinilo y cine en blanco y negro, soy un firme convencido de que no hay nada como la aventura clásica. Es lo que funciona. Y conste que me encantan los superhéroes, pero creo que si hay un personaje que anima la imaginación de cualquier chaval (o adulto con espíritu de tal), es el arqueólogo.
Es el hombre (o mujer; ahí está Lara Croft) que va en busca del pasado, lo que siempre es un misterio. Suele llevarle a lugares exóticos, relacionarlo con amigos y enemigos singulares, poner en sus manos curiosos artilugios...
En una ocasión le preguntaron a John Wayne si el éxito de los efectos especiales y los superhéroes suponía el final de los héroes clásicos del cine, a lo que el gran Duke respondió: "volarán muchos Supermanes por el cielo de América antes de que puedan hacerle sombra al cowboy".
Pues eso digo yo también, tío John.
Ya parecen lejanos, pero había grandes editoriales que se dedicaban a publicar cómics de ese tipo, de vaqueros y aventureros. Cisco Kid, por ejemplo, o Doc Savage, entre otros.
¡Qué enormes recuerdos!
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