martes, 25 de mayo de 2010

Entrevista en Radio Aljarafe

Mamen de Zulueta, agente literaria sevillana que trabaja en la Fundación José Manuel Lara y que participa en Radio Aljarafe, añadiendo una nota literaria y cultural todos los martes hacia las 13:30, se acordó de mí hace poco y me invitó al programa para entrevistarme el 25 de mayo. El tiempo pasó fugaz pero resultó una conversación muy completa y entretenida que podéis escuchar aquí.

Irene ya no es un bebé

Ya no es un bebé. Es algo que nos repetimos constantemente. Dentro de unos meses comenzará a hablar casi como los adultos (de hecho, ya construye frases perfectamente y pilla el hilo de todas las conversaciones al vuelo), comerá completamente sola, se liberará de los pañales y dará el salto a la autonomía como personita.

Una de las decisiones más acertadas que hemos tomado en nuestra vida fue forzar el regreso desde Valladolid. Es cierto que las circunstancias laborales no eran tan propicias como se había esperado, pero, además, estaba en juego la salud de nuestra hija, como luego se ha demostrado, y hasta llegar a Sevilla no nos dimos cuenta de la importancia de volver a casa. Desde que vive en Sevilla es otra. Solo ha pasado un resfriado y una pequeña gastroenteritis, ha engordado y ha crecido mucho. En Valladolid, raro era el mes que no íbamos a urgencias y rara la semana que no visitábamos la consulta del pediatra. Probablemente lo pasemos regular a partir de septiembre, cuando se incorpore de nuevo a la guardería y pille todos los virus y microbios del mundo. Pero, como diría un físico, eso estará dentro de los parámetros normales.

A veces pensamos que Irene está un poco consentida, quizá por lo mal que lo pasó durante su primer año y medio de vida y por el exceso de protección que tuvimos que darle. Pero la verdad es que es obediente y nos cuesta limitar su espíritu inquieto, que todo lo quiere tocar, saber, averiguar, mirar, analizar. Tiene gran facilidad para la imitación y ha empezado a poner voz a sus muñecos. Si en Navidad, cuando un vecino de mi madre se despedía de nosotros, Irene le saludaba convencida con un ¡Adiós, Baltasar!, porque ese señor es negro, ahora es capaz de abstraerse de la realidad y responder como si hablara por boca de su muñeca favorita, con la que duerme desde que tenía dos o tres meses.

-¿Tienes sed, Elefantita? -le preguntó Mª Carmen.

-Yo no -contestó Irene con voz en falsete, simulando que hablaba la propia Elefantita, en su regazo-, pero Irene sí.

Supongo que todos los padres tienen la oportunidad de descubrir las aptitudes de sus hijos mientras los ven crecer y todos los hijos destacan en algo, aunque para cada padre el mejor del mundo será su propio hijo. Sin duda, lo que más sigo admirando de mi hija es su alegría, su capacidad de disfrutar absolutamente con todo. Todo le gusta, todo le sorprende, todo provoca su sonrisa y su asombro. Le encanta bailar, cantar, gritar, reír. Ojalá conserve siempre esa personalidad, fuerte y firme, que le permite enfrentarse a lo que venga con tanto entusiasmo.

Ya han pasado las ferias a las que habíamos programado ir. Y cómo ha gozado Irene con su traje de gitana, como ella dice. Cómo movía los volantes y los brazos, giraba sobre el eje de su cuerpecillo y danzaba al son de las sevillanas. Curiosamente, el traje, que antes se ponía a diario en casa, a la espera de que llegara la fecha de salir con él a la calle, ha quedado olvidado definitivamente en el armario. Eso confirma la emoción con que lo vive todo (pulsad en la foto para ampliarla y observad cómo le brillan los ojos y con qué descaro se ofrece a la cámara) y que tiene conciencia de que cada cosa ocupa su tiempo y su lugar, no más.

Aprovecha tus virtudes, hija mía, que muchas pareces tener, y también tus defectos. Sigue siendo tan positiva, aunque la vida se vaya haciendo un poquito más difícil conforme recaiga sobre ti la responsabilidad de crecer. Si algún día lees esto, comprenderás mejor por qué te envío ahora un beso muy grande hacia el futuro, aunque te tengo muy cerca y puedo dártelo en la carita ahora mismo.

domingo, 23 de mayo de 2010

Colaboraciones: 24 horas con ella, de Mª José Sobrino Simal

A Mª José la conocí hace muy poco con el sobrenombre de Marse. Un buen día, leyó mi idea acerca de esta sección de colaboraciones de otros autores y decidió escribirme. Se considera a sí misma, de momento, una escritora amateur. Sin embargo, ha publicado cuatro libros de relatos bajo los títulos El país de los sueños, La fiesta de Barbie, En el sabor de la noche y El caballero y la cenicienta. Y, además, es tan valiente que también se atreve con la poesía y la pintura.

Se da la circunstancia de que conozco su tierra bastante bien, aunque no he vivido nunca por allí. Luego he descubierto que esta castellano-manchega y yo también hemos coincidido en el libro solidario que se preparó por las víctimas del terremoto de Haití. De manera que seguramente no ha sido por casualidad que nuestros caminos hayan vuelto a cruzarse. Mª José me propuso que eligiera uno entre varios de sus textos. Sus versos y su prosa resultan muy naturales, muy espontáneos y frescos. Finalmente me decanté por el que presento aquí, publicado originalmente en su blog El rincón de Marse: 24 horas con ella. Y lo he ilustrado con la misma imagen de las Tablas de Daimiel que ella escogió en su día.


Hacia tiempo que no hablaba con ella, la encontré en la esquina del museo, y con aire desolado me dijo que no sabia nada de mi, entonces con aliento cansado le dije:

-Muy bien, daremos un paseo por el parque, pasemos el día juntas...

-Pero si tú nunca tienes tiempo para mi -me dijo con aire desolado.

-Si, lo se, te tengo bastante abandonada.

-Cuando dices que vamos a hacer algo juntas, me hago ilusiones pero luego desapareces como un barco de vapor en alta mar.

-Llevas razón, pero te doy mi palabra, daremos un largo paseo, hasta que termine el día si es necesario.

Y así fue, recorrimos el parque, nos leímos juntas un pequeño libro de bolsillo que llevaba hace meses, si, he dicho bien, hace meses en mi bolso, lo adquirí en un mercadillo medieval, pero el pobre iba de un lado a otro del bolso esperando a ser leído. Esa tarde lo compartí con ella.

Después del libro estuvimos escuchando aquella recopilación completa que me bajé al móvil también hace meses, y... que nunca llegué a escuchar. Después nos fuimos a hacer la ruta de los museos, que también hacia meses que no los visitaba, después de todo eso nos fuimos al café "Carpe Diem", lugar donde siempre me había reunido con mis amigas y que por alguna razón del destino allí se encontraban todas, en la mesa ante el gran ventanal desde donde se podía divisar la gran vía; después nos fuimos simplemente... a pasear, mientras hablábamos de todo, recordamos de todo, y como siempre, no siempre estábamos de acuerdo en todo, discrepamos, discutimos, era tan igual a mí y a la vez tan diferente.., hablamos del pasado, del presente y de lo que esperábamos del futuro, recorrimos calles, paseos, ramblas, creo que en la vida había caminado tanto como aquel día. Sin darme cuenta cayó la noche, sin darme cuenta los zapatos me jugaban ya la mala pasada de hacer que no pudiese ni caminar, sin darme cuenta me di cuenta, me di cuenta que había pasado todo un día en compañía de la persona que mas habia alejado de mi, esa persona...era yo.


Mª José Sobrino Simal

sábado, 15 de mayo de 2010

El escritorio: Avances sociocientíficos

Ayer tuve que acercarme a la estafeta de correos a recoger un paquete. Como ya es habitual últimamente, había cola. Así que cogí número en la máquina expendedora y esperé mi turno pacientemente. Justo delante de mí tres personas estaban hablando. Habían llegado juntos y cuchicheaban sobre asuntos que no eran de mi incumbencia. Pero no pude evitar escuchar parte de su conversación.

-Sí, le dio un ataque y está fatal –dijo una de las dos señoras-. Le subió el ácido nefrítico.

“Claro que sí”, pensé. “Y la bilirrubina”.

Menudo descubrimiento científico. Un nuevo elemento químico se suma a la tabla: el nefrorio.

domingo, 9 de mayo de 2010

Jornada entre libros

La Feria del Libro de Sevilla es una cita a la que no se puede faltar. Además, pasear entre libros por esta ciudad es una de las mayores maravillas del año. Ayer pasé un rato en la caseta de Librería La Araña, con Inés y Elena, y tuve ocasión de reencontrarme con viejos amigos y charlar con algún que otro aficionado de la novela histórica.

Foto cedida por Eduardo Blanco

Por la tarde, tal como teníamos previsto, nos unimos a la ruta literaria organizada por Nerea Riesco con Casa del Libro en la que recorrimos los alrededores de la Plaza Nueva reconociendo algunos lugares que aparecen en su novela El elefante de marfil. De la mano de la autora descubrimos secretos que nos tiene reservados Sevilla si estamos atentos y situamos la acción de varias escenas del libro, como la destrucción de la Cárcel Real en la calle Sierpes a causa del terremoto o la ubicación de la imprenta de la familia protagonista en la calle Génova (actual Avenida de la Constitución), momento que se recoge en la fotografía.


Resultó así una jornada reconfortante y muy cultural. Os invito a disfrutar de estos días y conocer a los escritores de las obras que estáis leyendo. Estoy seguro de que os resultará gratificante.

martes, 4 de mayo de 2010

Feria del Libro de Sevilla 2010


Del 6 al 16 de mayo, vuelve la Feria del Libro de Sevilla a la Plaza Nueva y a la Plaza de San Francisco con una intensa programación. Esta edición homenajea al poeta Miguel Hernández en el centenario de su nacimiento.

Conferencias, tertulias, presentaciones de novedades, cuentacuentos, conciertos... Y, naturalmente, firmas de libros. Yo mismo estaré dedicando ejemplares de La estela del Dragón el sábado 8 de mayo, desde las 11:30, en la caseta 61, de la mano de Inés Martín un año más, con Librería La Araña. Podéis situar la caseta en este plano.

lunes, 3 de mayo de 2010

Reflexiones de un ególatra: El final de los libros

Me miró y me preguntó:
-¿Por qué te gusta leer?
-Porque me gustan las palabras.
-Porque te gustan las palabras -repitió en actitud reflexiva.
-Sí. Es fascinante lo que se puede llegar a expresar con ellas, lo que otras personas son capaces de expresar con las palabras.
-Pero dicen que los libros -replicó, asociando una idea con otra- tienen los días contados.
-¿Los libros de papel?
-Eso es. Los libros de papel.
-Siempre existirán. Aunque dejen de imprimirlos, tendrían que destruirse todos los que ya se han editado y llenan las librerías. Aunque es cierto que las obras nuevas se harán en otro formato a partir de algún momento. Solo espero que para entonces estemos preparados y podamos disfrutarlo igual que ahora.