lunes, 21 de octubre de 2013

Mis libros en chino

Hace unas semanas, recibí ejemplares de El talismán cósmico (宇宙护身符) y La guarida de los monstruos (怪物集中营) en chino. Creo que se van a usar como libros de texto, promovidos por Nanjing University Press. Espero que guste mucho y ¡que lo compren! Sería como si me tocara la lotería.  


Un detalle muy interesante es que los libros de la edición china traen un estupendo mapa de lectura y una curiosa lupa 3D que aún no sé cómo se usa.



jueves, 22 de agosto de 2013

Los mejores días de nuestra vida

Sin duda, estamos viviendo el mejor momento de nuestra vida, al menos el mejor que hemos vivido hasta ahora. Tenemos dos pequeños en casa muy sanotes y con muy buen fondo. Aparte de la salud, lo principal es que Irene y Ángel son buenas personas, que se preocupan por los demás.

Estamos procurando que se centren en lo importante y adquieran valores y principios para aprender a vivir en sociedad. Todo ello a pesar de lo que cuesta vencer los numerosos caprichos que tienen y las tentaciones a las que les somete el mundo actual, lleno de distracciones para ellos. A menudo significa reñirles y ser duros, pero es la única manera de establecer límites morales para un niño, un ser humano que está en continua evolución dentro de un mundo tan grande e inabarcable.


Por otro lado, tenemos la suerte de disfrutar de ellos junto con nuestros padres, los abuelos, y nuestros hermanos, los titos. Nos gustaría que también estuvieran presentes todos sus bisabuelos, pero, aunque ya no nos acompañan en esta vida, de alguna manera ancestral están con nosotros. Por ejemplo, a menudo  recordamos a nuestros abuelos por algún gesto, alguna actitud o alguna expresión que percibimos en nuestros hijos, que han heredado un poco de todos sus ascendientes.

Irene y Ángel están llenos de energía y todo les emociona. Con todo lo que experimentan se lo pasan bien. Naturalmente, esto es lo que más feliz nos hace a nosotros: verlos contentos. Ni la una ni el otro paran quietos. Precisamente, esa es la parte difícil para nosotros, los padres: nos agotan y nos absorben. Apenas tenemos un minuto para nosotros mismos, individualmente, cuanto más como pareja. Por fortuna, tenemos a los abuelos, que también los quieren con locura, y que los pueden cuidar un rato, ocasionalmente, mientras nosotros hacemos alguna gestión o comemos y charlamos un poco. Pero la verdad es que nos gusta mucho hacerlo todo con ellos, todos juntos. Sin ir más lejos, las comidas en familia, sentados a la misma mesa, son mucho más divertidas y les sirve de aliciente para probar alimentos nuevos o integrarse completamente e intervenir en las discusiones.

Irene y Ángel camioneros
Acabamos de volver de vacaciones. Hemos estado tres semanas en Torremolinos, pero no nos ha sobrado un solo segundo y aún hay actividades que no nos ha dado tiempo a hacer. ¡Qué cansado estoy! Casi podría decir que he regresado más cansado que cuando me fui. Porque, aparte de la playa, las excursiones y las visitas turísticas, hay que jugar con los niños y lidiar con ellos cada minuto. El tiempo se nos escapa con mucha más rapidez. Pero hemos vivido momentos que han hecho inolvidable este verano. Qué bien lo hemos pasado y qué felices han sido Irene y Ángel, jugando con las olas y la arena en la playa, en los parques de atracciones, en compañía de los abuelos y los primos.


Cada vez que me acuerdo de los agujeros que cavábamos en la arena, para que el agua de las olas entrara en ellos y los convirtiera en pequeñas piscinas. Y cómo Ángel se metía en esas cavidades y ha aprendido también a salir trepando como un auténtico escalador. Y sus risas al descubrir algo nuevo o algo que le gustaba. Y su bracito señalando al cielo cada vez que veía despegar un avión del aeropuerto de Málaga (no nos perdíamos ni uno, gracias a él) o cuando aparecía la luna arriba. Y sus muecas cuando nos hacía gracia alguna travesura de la hermana, al disfrazarle o ponerle un pañuelo o una horquilla en el pelo. Y las infinitas veces que ha pronunciado la palabra "agua", cuando veía el mar, un río, una fuente, un charco, un vaso, un refresco, una botella, un grifo, o cuando, simplemente, le apetecía darse un baño. Y cómo conoce ya el nombre de su hermana (la llama "Itete", como la propia Irene se llamaba a sí misma con su edad) y alguna que otra palabra, además de mamá, papá, "tete" (chupete) y teta (cuando tiene hambre o quiere relajarse).

Papá, ¿qué importa el conejo si aquí abajo hay ¡agua!?
Pero, especialmente, cómo se mueve y cómo baila. Le gusta la música. En realidad, el ruido rítmico en general, pues es capaz de danzar mientras la colada gira en el tambor de la lavadora con ese zumbido cíclico tan característico. Sus oídos convierten todo en música y la disfruta. Flexiona las rodillas repetidamente, agachándose levemente y volviéndose a erguir, y agita ambas manos con brío, mientras se ríe. A veces, incluso canta. Su canción favorita es Locked out of Heaven, de Bruno Mars, que entona diciendo "Oh tete" en lugar de "Oh yeah yeah". Suelta carcajadas al oírla y cuando los demás exageramos los grititos y sonidos de fondo.

Los Vengadores en acción
Si los tengo cerca, me entran ganas de comérmelos. Me encanta besarles y abrazarlos. Cada vez que tengo a mi lado al pequeño Ángel, tengo que cogerlo. Y si me da la espalda, le mordisqueo la nuca para oír sus risas, provocadas por las cosquillas. Los dos tienen una mirada audaz e inteligente, buscando respuesta para todo. Si hay algo en lo que realmente son diferentes es la forma que tienen de pedir lo que necesitan. Irene ya se sabe expresar perfectamente y mantiene conversaciones bastante complicadas. En cambio, Ángel, como bebé que es, pide con voces todavía incomprensibles, gestos de las manos y alguna palabra suelta que ya empieza a manejar.


Lo tengo muy claro. Me falta tiempo para hacer lo que hacía antes de que nacieran. Pero no me importa. Ver crecer a mis hijos y ayudarles a madurar es una experiencia irrepetible y única, que se puede disfrutar como pocas cosas en este mundo. Me siento muy afortunado de poder estar con ellos, al lado de mi mujer, y transmitirles todo el cariño que puedo, de presenciar sus cambios y asistir a sus avances.

lunes, 19 de agosto de 2013

La cruda realidad del libro electrónico

La cruda realidad es que el libro electrónico no resiste tan bien como el libro de papel las experiencias a las que le somete el lector de verano. Muchas son las personas que disponen de más tiempo ocioso en esta época del año y aprovechan para leerse unos cuantos libros. Cada vez es más frecuente que, precisamente por estas circunstancias y para mayor comodidad, la gente tienda a utilizar dispositivos electrónicos para leer. De este modo no tienen que elegir qué libros meter en la maleta, no tienen que cargar con ellos y pueden tenderse en la toalla o en la hamaca como quieran, pues son bastante livianos.

Pero luego llega el momento de la verdad. La esperanza de vida de un libro en verano se reduce drásticamente, debido a los innumerables riesgos que surgen, derivados de ese afán de reposo y desidia a que nos conducen las vacaciones. Porque, si una ola arrasa nuestra toalla o tropezamos con el borde de la piscina y nos caemos, se nos moja el libro. Cuando es de papel, no pasa nada; lo dejas secar y quizá se estropee un poco, se le arruguen las hojas y nos dé un poco de rabia si le teníamos cariño. Pero a un libro electrónico no hay quien lo salve del chapuzón.

Bromas aparte, sea cual sea la estación del año, tal como se fabrican hoy en día los aparatos que compramos, resulta innegable que el usuario de estos dispositivos tienen un inconveniente principal: ¡son electrónicos! Lamentablemente, la calidad de algunos aparatos deja mucho que desear. Que un libro se moje o se manche, puede molestarte, pero lo que debe ser realmente fastidioso es que, mientras estás leyendo, de pronto no puedas pasar la página y resulte imposible continuar con la lectura porque el cacharro se ha bloqueado. Es como si al volver la página (de papel), la encontraras en blanco por un fallo de imprenta. ¿Hay algo más odioso que una máquina que no hace lo que tiene que hacer? Una lavadora que no lava, un lavavajillas que no friega, un microondas que no calienta, un libro electrónico que no se puede leer...

Hace unos días, estuve en una de mis librerías favoritas, Second Hand Book Shop, en Torremolinos, que, por cierto, recomiendo visitar. Tienen todo tipo de libros en varios idiomas, sobre todo en inglés y español, y rara es la ocasión en la que no termino llevándome alguno, pues se pueden conseguir títulos interesantes en muy buen estado y a un precio muy razonable, dos o tres veces por debajo de su valor original. 


Mientras hacía mi búsqueda por las estanterías, entró una señora que quería comprar varios libros porque le había fallado el libro electrónico que se había comprado tan solo hacía un año. Explicó que se atascaba mientras leía y era imposible avanzar. Así que no había podido terminar de leer dos libros que había empezado. Lo primero que pensamos tanto la librera como yo es que eso no te pasa con un libro de papel. 

Hablando después con la librera, me confesó que no era el primer caso. Ya habían acudido otras personas con problemas idénticos o similares: el libro no va ni para adelante ni para atrás, ni para arriba ni para abajo, ha recibido un golpe, me he sentado encima, se me ha caído a la piscina. Le expresé mi opinión: que los libros de papel tienen los días contados, aunque no creo que ocurra rápidamente. Y que los libros electrónicos deben tener otra misión y ser diseñados con un grado de interacción superior, adecuado a las aptitudes de los aparatos que los almacenan (es lo que está intentando ITE Editorial con sus nuevos proyectos). A ella le daba mucha pena, después de tantos años dedicados a la librería (la abrieron en 1971), que este negocio decayera frente a otros canales. Pero no podemos cerrar los ojos ante lo que el público está pidiendo. El tiempo lo dirá, pero bastará con que las editoriales encaucen este tipo de mercado y garanticen los beneficios, como hacen ahora con los libros tradicionales.

martes, 16 de julio de 2013

Para lo más importante de mi existencia


Érase una vez, una chica que estaba buscando la felicidad que tiempo atrás había tenido. Era muy joven, pero había tenido que enfrentarse a todo tipo de adversidades. A pesar de todo, aunque las fuerzas le flaqueaban, nada venció su carácter positivo y luchador.

En uno de los momentos más críticos de su vida, se dio una de esas casualidades que el mundo nos concede a veces. Conoció a alguien con quien fraguó una bonita amistad. Con él y con el cariño que le proporcionó recuperó energías y se redoblaron sus ánimos. Él, a cambio, vio su ternura convertida en amor, el mayor regalo que una persona puede recibir. 

La chica y el chico siguieron juntos, entrelazando sus destinos, y construyeron un camino para los dos. Levantaron su vida en común desde los cimientos. Primero, con un hogar en el que reencontrarse y compartir la intimidad que requería el compromiso mutuo que habían adquirido. Después, con la charla y la comprensión. Por último, con el deambular ocasional por el planeta, atesorando experiencias y conocimientos de otras tierras y otras culturas, que era con lo que más disfrutaban. Mientras tanto, su hogar se iba haciendo más grande, preparándose para aumentar la familia más pronto o más tarde.

Tampoco esto fue trivial. Las alegrías vienen precedidas de sufrimientos y las tristezas de diversión. Pero sus denodados esfuerzos obtuvieron fruto, en dos ocasiones nada menos, y la familia que habían formado no tardó en duplicarse. Una niña y un niño, rubios y risueños, les proporcionaron momentos tan inolvidables como los que ya habían experimentado antes solos. Y los vieron crecer, hacerse personas y madurar. Y siempre permanecieron unidos.
Pase lo que pase, la chica de este cuento siempre sonríe, siempre parece feliz. Sin embargo, a pesar de lo fácil que pueda parecer su vida para quien la mira desde fuera, ha afrontado continuamente contratiempos y dificultades. Nadie le ha regalado nada, ni siquiera amor, porque, inevitablemente, el amor se recibe y el amor se da.

No obstante, esto es la felicidad. En esto consiste ser feliz. Y, en eso, la chica de este relato es una experta. Ella sabe ser feliz por encima de todo.

¡Muchas felicidades, hoy y todos los días!

domingo, 23 de junio de 2013

El hombre de acero

Ahora no puedo ir con frecuencia al cine, así que ayer tocaba elegir entre ver Ironman 3 o El hombre de acero. Imaginaba que las aventuras de Tony Stark contra el Mandarín no me iban a decepcionar, pero tenía la intención de darle una oportunidad más a los personajes de DC Comics en el cine (lo siento, ni siquiera el nuevo Batman de Nolan me termina de maravillar, aunque reconozco que no me he perdido un solo episodio de la serie de televisión Arrow). Con espíritu positivo, compré la entrada y me senté ante la pantalla.

Al terminar, me arrepentí un poquito de haberle sido infiel a Marvel, pero tenía la seguridad de que, si no me daba tiempo de ver "Ironman 3" en las salas, alguien me la terminará regalando por Navidad.  


El hombre de acero está entretenida, pese a los plúmbeos discursos del antagonista. Pero, realmente, la película a mí no me convence. Puede que el hecho de no ser aficionado a las creaciones de DC Comics influya, aunque también me permite opinar con cierta objetividad. No obstante, confieso que el significado de Superman como personaje siempre me ha emocionado, porque pienso que lo que al mundo de verdad le haría falta es un superhéroe como ese.

Por otra parte, en la ficción, un superhéroe cuya única debilidad viene causada por la proximidad a retazos de su planeta de origen (ya sean la kryptonita o la atmósfera de Krypton), elemento al que se vuelve a recurrir una y otra vez en cada cinta de Superman para humillarle ante sus rivales, termina aburriendo. Los humanos somos más morbosillos y preferimos ídolos más vulnerables, que puedan ser heridos, que lo puedan pasar muy mal físicamente.

A favor de cualquier rodaje de este tipo que se realice en la actualidad hay que decir que los efectos especiales digitales ya son prácticamente perfectos y se puede hacer casi cualquier cosa verosímil para los sentidos de los espectadores, al contrario de lo que ocurría hace unos años, a mi pesar, en la saga de Spider-man filmada por Sam Raimi.

Pero, metiéndonos de lleno en El hombre de acero, no he podido evitar la sensación de que se estaban mezclando precisamente la esencia de Spider-man (un gran poder conlleva una gran responsabilidad) con la invasión alienígena de la película de Los Vengadores


Kal-El se pasa 33 años (curiosa edad, muy simbólica y mesiánica) aprendiendo que es diferente y debe elegir entre usar sus capacidades para el bien o para el mal. Cuando, por fin se empieza a dar cuenta de lo que eso implica, sin embargo no duda en ser retorcido y vengativo (vaya destrozo que le hace al camión del graciosillo del bar). ¿Esa es la vulnerabilidad de Superman? ¿Ya no es el tipo bondadoso e íntegro que creíamos que era?

De cualquier manera, la película tiene una primera parte muy emotiva y bien llevada (aunque me cuesta creer que nadie dejaría morir a un ser querido si tuviera la convicción de que puede evitarlo; este Superman es terrible) y una segunda parte tremendamente espectacular y a veces confusa, porque no se sabe quién lleva realmente la iniciativa en los puñetazos. La pregunta que me hacía constantemente era por qué Superman, como haría cualquier superhéroe en un tebeo, no desviaba la acción de la pelea a lugares menos habitados y destructibles. Gran parte de los enfrentamientos se desarrollan en Metrópolis, que termina medio arrasada, cuando el sentido común le habría dicho a cualquiera que, una vez salvados los obstáculos más grandes, lo que había que hacer era irse al desierto de Sonora o del Gobi. En fin, todo sea por la espectacularidad, que es innegable.

Otra impresión frustrante que me suscita esta película es la repetición de lo que se ha hecho con "The amazing Spider-man". Volvernos a contar lo que ya sabemos. "El hombre de acero" relata de nuevo los hechos más importantes que recordábamos de "Superman" y "Superman II", con el origen del personaje, sus rencillas con Luthor (cada camión que aparece en "El hombre de acero" es de una compañía llamada Lexcorp), los problemas con la materia procedente de Krypton que le debilitan y la batalla contra el rebelde general Zod y sus secuaces.


Por último, tengo que decir que va siendo hora de que los yanquis hagan una película titulada "Salvar al perro de la familia". Aprecio la vida de cualquier ser vivo, ya sea persona, animal, planta o microbio, pero me parece patético arriesgar la vida por un perro cuando tanta gente está pereciendo a tu alrededor. La misma escena hilarante de Independence Day se repite por enésima vez en lo que pretende ser uno de los momentos más dramáticos de la historia.

Ah, y una pregunta para el lector. ¿Qué hacía el uniforme de Superman en una nave que llevaba casi 20.000 años sepultada en el hielo, en la Tierra, y cómo esa nave podía haber sido construida por Jor-El?

jueves, 6 de junio de 2013

Un año entero de Ángel

Al igual que su hermanita Irene, Ángel nos ha dado muchísimas alegrías en su primer año de vida, que podemos resumir, mes a mes en esta serie de fotos:

6 de Junio de 2012 - Recién nacido

Julio de 2012 - 1 mes

Agosto de 2012 - 2 meses

Septiembre de 2012 - 3 meses

Octubre de 2012 - 4 meses

Noviembre de 2012 - 5 meses

Diciembre de 2012 - 6 meses

Enero de 2013 - 7 meses

Febrero de 2013 - 8 meses

Marzo de 2013 - 9 meses

Abril de 2013 - 10 meses

Mayo de 2013 - 11 meses

Junio de 2013 - ¡1 año!


¡Felicidades, Ángel!

domingo, 19 de mayo de 2013

Tarde entre libros, magos y trovadores

Aunque amenazaba con llover, el cielo terminó despejándose y, al final, fue una tarde muy agradable entre libros, amenizada además por magos y cuentacuentos. 

El pasado viernes 17 de mayo, Virginia Muñoz, que presentaba su cuento infantil Los corazones rojos, Sara Losada, con su colección de relatos titulada A qué sabe lo que somos, y yo permanecimos un rato al frente de la caseta de la Biblioteca Pública de Montequinto (Dos Hermanas, Sevilla), charlando para conocernos un poco, compartir impresiones y experiencias y firmar algún ejemplar de nuestras obras.

Agradezco a la Biblioteca la invitación y las fotografías que me han ofrecido generosamente y que inmortalizan el evento.




jueves, 16 de mayo de 2013

Vuelvo a la Feria del Libro de Montequinto



Entre el 16 y el 26 de mayo, se celebra la XVIII Feria del Libro de Montequinto, organizada por la Concejalía de Juventud y Cultura de Dos Hermanas, a través de la Biblioteca Pública de Montequinto. En paralelo, en colaboración con la empresa Heracles e Hispania, se instalará un Mercado Medieval de alimentación y artesanía. En cualquier caso, los objetivos principales del evento son animar a la lectura, informar de los servicios y las actividades de la Biblioteca y dar a conocer las publicaciones de autores locales.

Santos Fernández, bibliotecario al que conozco desde hace algunos años, me ha invitado una vez más a participar. Las circunstancias y la ubicación de las fechas en el calendario me habían impedido asistir a las últimas ediciones, pero este año he querido sumarme a la fiesta de la lectura y aceptar el generoso ofrecimiento de la Biblioteca. Por tanto, me encontraréis firmando ejemplares de mis obras el viernes 17 de mayo a partir de las 19:00.

¡Os espero!


domingo, 12 de mayo de 2013

Jornadas perfectas en la Feria del Libro de Sevilla

Este año, el balance general ha sido excelente. Temperatura adecuada, días agradables de la primavera hispalense, mucha afluencia de público, muchos autores que nos visitan para dedicarnos sus libros, y, en consecuencia, un 15% de aumento en las ventas con respecto a la edición anterior.


Jueves y sábado por la mañana acudí al reclamo de los amigos de Librería La Nueva, que cada año se preocupan por ponerse en contacto con los escritores sevillanos para acogernos en su caseta y concedernos un espacio en el que poder firmar nuestros libros a los lectores. En mi caso, se trató de una experiencia inolvidable, compartiendo ratos con niños que ya habían leído mis novelas de Tú decides la aventura y me contaban qué era lo que más les había gustado o con otros que aún no sabían lo que era un librojuego y se aventuraban a conocerlo. Desde aquí, agradezco profundamente a Pepe Gámez la nueva oportunidad que me ha dado de vivir estos momentos y felicito a Editorial Hidra por el éxito continuo de sus publicaciones.


En una feria del libro, aparte del contacto con los lectores, está la ocasión de conocer a otros escritores. El paseo a lo largo de la plaza  Nueva, entre las casetas, me llevó hasta Librería Céfiro, donde pude intercambiar con Ángeles Caso algunas reflexiones acerca del mercado del libro y su actual situación.


miércoles, 8 de mayo de 2013

Firma en la Feria del Libro de Sevilla 2013

Mañana, jueves 9 de mayo, me podréis encontrar de 11:30 a 12:30 firmando ejemplares de mis libro-juegos El talismán cósmico y La guarida de los monstruos en la caseta 35 de Librería La Nueva. ¡Os espero!

martes, 19 de marzo de 2013

El ratoncito Pérez nos visita por primera vez


El 13 del 3 de 2013, Irene, que ha cumplido cinco años hace poco más de un mes, se despertó muy nerviosa y se levantó corriendo de la cama porque el diente que se le venía moviendo desde hacía tiempo estaba a punto de soltarse de la encía. Me costó calmarla. Tuve que abrazarla, porque, aunque estaba advertida, aquello no le parecía muy normal. "¡Se me mueve mucho!", exclamaba asustada.

No paraba de preguntar qué debía hacer si se le caía en clase. Le preparé un bocadillo blandito para que le fuera fácil masticar y detectar el diente en la boca si se le soltaba. Pero, justo antes de arrancar el coche camino del colegio, se encontró con el diente entre sus deditos y me lo dio muy emocionada. Se trataba de una pieza  minúscula, un incisivo central que había estado en el hueco que ahora quedaba en su dentadura inferior. 

No le dolió, tal y como yo le había dicho -el dolor era lo que más temía-, y apenas derramó unas gotas de sangre. Guardé el diente en un trozo de papel de aluminio y lo envolví también con una toallita húmeda, porque era tan pequeño que corría el riesgo de perderse. Luego, se lo metí en el bolsillo de la mochila y le pedí que no lo abriera, porque si lo perdía el ratoncito Pérez no tendría nada que recoger esa noche. Lo normal es que me lo hubiera guardado yo hasta regresar a casa, pero tuve que actuar así, con mucha pena, porque sabía que iba a llegar tardísimo y me iba a perder toda la ceremonia de preparación para la recepción del apreciado roedor.

Sin embargo, al menos había podido estar presente en el momento de la caída de su primer diente. Me habría gustado compartirlo también con Mª Carmen, mi mujer, e incluso con su hermano Ángel, que habría disfrutado con la alegría del momento. Era un momento muy importante y merecía la pena vivirlo en vivo y en directo. Por la noche, fiel a su cita, acudió el ratoncito Pérez. Irene debe de ser realmente muy buena, a juzgar por el montón de regalitos que le dejó. Su habitación no tenía pérdida; en el picaporte había dejado colgado un cartelito con todas las aclaraciones necesarias. Esta mañana, muy contenta y satisfecha, ha vuelto a insistir en que no se le nota nada que se le haya caído un diente. Y, es verdad, apenas se le nota. ¡Qué presumida es!


Cinco años tiene ya. Se hace mayor. Se pueden mantener conversaciones tan interesantes con ella. Además, ha cogido el hábito de leer unas páginas de la cartilla diariamente y está avanzando mucho con la lectura. Espero que, en el futuro, le guste leer y disfrute con las historias que nos cuentan los libros y los cuentos.

Su hermano, Ángel, ya tiene 9 meses. Está en su mejor momento de bebé. Empieza a balbucear algunas palabras y sigue parloteando sin parar, sobre todo por las mañanas. Es un glotón que se lo come todo y nos observa con envidia cuando nos llevamos algo a la boca (ya hemos comprobado que algunos tipos de galleta no le sientan muy bien, así que es mejor que sea paciente). Siempre está sonriendo y le encanta que juguemos con él, especialmente a hacernos los distraídos o escondernos y luego intentar sorprenderle, apareciendo o mirándole fijamente de repente. 

Está dando los primeros pasos, con nuestra ayuda naturalmente, y le encanta estar de pie y ver las cosas desde esa perspectiva. De hecho, sufre, como le ocurría a Irene, cuando no se puede mover solo y valerse por sí mismo. Se remueve cuando lo tienes en brazos, agitando todo el cuerpo y pataleando para intentar escapar de sus perseguidores, impotente el pobrecito, cuando jugamos a ir tras de él. Es un niño encantador, como su hermana, un poco gruñón (sabe pedir las cosas sin necesidad de expresarse verbalmente y manifiesta perfectamente su estado de ánimo), pero muy gracioso. Le auguro años muy felices, porque sabe gozar de cada momento y, como le ocurre a Irene, le encanta salir de paseo y conocer nuevos lugares. Va a ser un buen viajero.

Por eso, cuando los dos tuvieron gripe hace mes y medio y los veíamos apagados, sin energías, nos faltó ese alborozo habitual. Afortunadamente, aunque el catarro se alargó, se recuperaron con rapidez y pronto demostraron lo fuertes que están ambos. 


Pronto, Irene podrá usar sus zapatillas nuevas de verano, las mismas que calza la princesa Mérida de Disney y que le ha traído el dichoso ratoncito, no sé cómo ni con qué magia, y Angelito cumplirá su primer año.

Mientras tanto, hoy hemos celebrado el Día del Padre a lo grande (o como las circunstancias actuales de trabajo nos lo permiten). Me encantan mis regalitos.

martes, 5 de febrero de 2013

The Wormworld Saga, de Daniel Lieske


Hace poco, buscando ilustraciones que me inspirasen, llegué a la web de Wormworld Saga. A continuación, busqué la versión en español y comencé a leer. No pude parar hasta que llegué al final del cuarto capítulo... ¡y estoy ansioso por poder continuar con la lectura en cuanto el quinto esté terminado!


Wormworld Saga, de Daniel Lieske, es una novela gráfica asombrosa y brillante, ilustrada con el máximo detalle y de forma magistral. ¡Cómo me gustaría dibujar así y enlazar las escenas con tanta elegancia! Además, se trata de una obra en curso, con la que podemos seguir disfrutando ¡completamente gratis! No obstante, la calidad de la historia es tal que invita a convertirte en uno de sus promotores, a través de una pequeña contribución.


Al igual que obras anteriores, como Zot! de Scott McCloud, Wormworld Saga se articula dentro de la hiperficción y aprovechando al máximo el formato de lectura que permite un navegador de internet. La sensación de inmersión en la historia es mucho mayor y el aspecto gráfico es tan impactante que el lector se desplaza arriba y abajo continuamente para deleitarse con las maravillosas ilustraciones que dan vida a la historia.

Sinceramente, lo mejor es que lo disfrutéis en directo y personalmente.

miércoles, 2 de enero de 2013

La biblioteca: Recuento de libros leídos en 2012

Como todos los años, presento la relación de libros que he leído durante el año 2012, clasificados según la impresión general que he tenido de los mismos, para lo que utilizo la siguiente notación:

Muy recomendable, imprescindible = *****
Excelente, recomendable = ****
Me ha gustado = ***
Me quedé como estaba = **
No me ha gustado nada = *

ENERO
1 ) Estudio en escarlata, de sir Arthur Conan Doyle ****
2 ) Un cuento enmarañado, de Lewis Carroll ***
3 ) Problemas de almohada, de Lewis Carroll **
4 ) El concierto de San Ovidio, de Antonio Buero Vallejo ***
5 ) El signo de los cuatro, de sir Arthur Conan Doyle ***
6 ) Entre bobos anda el juego, de Francisco de Rojas Zorrilla ***

FEBRERO
7 ) Aventuras de Sherlock Holmes, de sir Arthur Conan Doyle ***

MARZO
8 ) Memorias de Sherlock Holmes, de sir Arthur Conan Doyle ****
9 ) La cabeza de la hidra, de Carlos Fuentes ****
10 ) La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza ***

MAYO
11 ) El tenebroso Circo de los Extraños, de Darren Shan **
12 ) Noticia de un secuestro, de Gabriel García Márquez ***
13 ) El aprendiz de vampiro, de Darren Shan ***
14 ) Túneles de sangre, de Darren Shan ***
15 ) Tetrammeron, de José Carlos Somoza ***
16 ) La voz de Nueva York, de O.Henry ***
17 ) Lugares que no quiero compartir con nadie, de Elvira Lindo **

JUNIO
18 ) Historias de Nueva York, de Stephen Crane ***
19 ) La fórmula preferida del profesor, de Yoko Ogawa ***
20 ) Como el mar, de Wilbur Smith *
21 ) En recuerdo de todos los inocentes, de Matías Rodríguez ***

JULIO
22 ) Notas de América, de Charles Dickens ***
23 ) Soy leyenda, de Richard Matheson ****
24 ) Los infortunios de la virtud, del Marqués de Sade ***

AGOSTO
25 ) La sonrisa etrusca, de José Luis Sampedro ***
26 ) El oráculo, de Valerio Massimo Manfredi **
27 ) La Pimpinela Escarlata, de la Baronesa de Orczy ***

SEPTIEMBRE
28 ) El diamante de Jerusalén, de Noah Gordon ***
29 ) Pepita Jiménez, de Juan Valera ***

OCTUBRE
30 ) Tuareg, de Alberto Vázquez-Figueroa ****
31 ) El matemático del rey, de Juan Carlos Arce ****

NOVIEMBRE
32 ) El misterio de la cripta embrujada, de Eduardo Mendoza **

DICIEMBRE
33 ) La posada de los vientos y otros cuentos inquietantes, de Rocío de Juan Romero ****
34 ) La aventura del Tocador de Señoras, de Eduardo Mendoza **