sábado, 28 de noviembre de 2009

El escritorio: Deshidratación

Esa noche tomó una copa más. Fue la última.

Después de una larga vida consagrada al alcohol y de todas las pérdidas que había sufrido a causa de esta adicción, dejó de beber.

A los diez días, murió de sed.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Los abuelos

Tuve la suerte de disfrutar de mis cuatro abuelos durante muchos años, aunque hace ya tiempo que los perdí. En días como hoy, inevitablemente me acuerdo mucho más de ellos y los echo de menos. A mi abuela Pepa por su enorme cariño, a mi abuelo José por todo lo que me dio, a mi abuelo Paco por lo que nos enseñó aunque no sabía que nos lo estaba enseñando y a mi abuela Carmen porque siempre nos quería tener a su lado. Es curioso, pero, a medida que pasa el tiempo, aunque no puedo estar físicamente con ellos, los quiero más.

En los días que los tuve cerca, me hablaron mucho y me contaron historias familiares, incluso árboles genealógicos. Me hablaron de mis orígenes indígenas en Brasil. De mis ancestros en Barcelona y Sevilla. De cómo empezaron sus vidas. De las pérdidas que sufrieron. Cómo me hubiera gustado tomar mejor nota de todo aquello.

Tal vez por eso, cuando me he encontrado frente a los longevos abuelos de mi mujer, he intentado transcribir en mi libreta algunos de sus pensamientos y ahí quedarán para siempre conservados.

Paco Mena me decía muchas veces que la única diferencia entre una persona inteligente y una tonta es que la inteligente puede pasar por tonta pero la tonta nunca puede pasar por inteligente. Supongo que en su larga vida conoció a muchas personas de ambas clases y tenía argumentos para afirmarlo.

Paco Mena con su bisnieta Irene el día de Navidad de 2008

Hoy, que nos ha dejado, muy cerca de cumplir el centenario, me gustaría citar algunas de sus frases (recogí algunas aquí), algunos de los poemas como el que leyó el día en que su nieta y yo nos casamos. Pero me conformaré con imaginar su sonrisa mientras le digo (él entenderá por qué): este año acertaste. Descansa en paz.

Y a los que quedamos, ánimo y alegría, por los buenos momentos que pasamos junto a él. Junto a nuestros abuelos.