martes, 26 de enero de 2010

Colaboraciones: Cuántos cuentos, de Javier Abelardo

A Javier Abelardo lo conocí en Valladolid, aunque es de Saldaña, un bonito pueblecito palentino. Siempre me acordaré de su pueblo, porque lo visitamos en una de nuestras primeras excursiones con Irene, después de instalarnos en Castilla y León. Como decía, nos presentó una amiga común durante la inauguración de la Casa del Libro que abrió sus puertas en pleno centro vallisoletano. Fue entonces cuando supe de la importancia de la Asociación de Escritores Noveles, organización de la que Javier es Delegado en Valladolid.

Durante la breve etapa en que permanecí en la ciudad sin mis chicas (fueron tres semanas horribles), porque tuvieron que quedarse en Sevilla por cuestiones de trabajo, se celebraron dos presentaciones de libros que aliviaron mi soledad y sirvieron de encuentro con algunos de los miembros de la Asociación. En la segunda de ellas, Javier fue el protagonista, en medio de una gran concurrencia que abarrotó la planta baja de Librería Oletum. El acto resultó muy emotivo y me llevé la sorpresa de saber que, pese a su talante de escritor curtido, se trataba de su primera novela publicada.

Algo hay del estilo de Voces de otra tumba, magnífica y divertidísima novela, en el poema que me ha cedido para su publicación en este blog. Como él mismo dice, Javier es novelista, pero su talento se presta ocasionalmente a otro tipo de trabajos literarios. Y resultan cosas tan agudas y únicas como esta:

Cuántos cuentos…

La famosa ardilla
que en tiempos de Diocleciano
sobrevolaba toda Iberia
sin tener que posar las manos,
si mañana se encontrara
con el gato con botas
pagaría una pasta
por poder usar sus ropas.
Y a los pobres tres cerditos,
el pobre lobo malvado,
hoy tiraría de un soplido
sus tres chalets adosados.

El ilustre Rocinante
por mor del abracadabra
ya no dice de su dueño
que está como una cabra
pues sensible como vive
a la encefalopatía esa
ahora dice encontrarle
igualito que una ternera.
Y a la gallinita ciega,
como nunca ha cotizado,
no le operan de la córnea
con el láser importado.

El ratón que me decías
trabajaba con los dientes
hoy ni operando encías
salva su cuenta corriente
y como su nueva ratonera
recién ha hipotecado
ahora presta horas extra
a la vera de un teclado.
Y a seis de los enanitos,
el padrastro Ayuntamiento,
les ha expropiado las fincas
con su plan de crecimiento.

¿Y la bruja?
¿Y el ogro?
¿Y la zorra?
¿Y la serpiente?

¿Quién, esos? Igual que siempre.


Javier Abelardo

2 comentarios:

Madison dijo...

Hola Jangel, ¿qué tal?
Pasaba por aquí y...he venido a saludarte.
Un abrazo

Unknown dijo...

Hola amigo.
Ha sido un placer colaborar modestamente en tu magnífico blog. Y también leer tus comentarios sobre los momentos que vivimos juntos en Valladolid gracias a la literatura. Son grandes recuerdos que ya nadie nos robará de la maleta que poco a poco vamos llenando en el viaje de la vida.
Por supuesto, como comprenderás, considero que Saldaña es el mejor pueblo del mundo... Un abrazo.

Javier Abelardo