martes, 15 de mayo de 2007

El escritorio: La llamada de la vida

¡Ring! ¡Ring!

-¿Dígame?

-Soy la vida.

-¿La vida?

-Sí, la vida, más enigmática de lo que quisieras, más atroz de lo que puedes imaginar.

-Bueno, yo tengo mucha imaginación.

-Pero al imaginar te basas en los recuerdos y confías demasiado en la memoria, que es perversa y antojadiza. Nunca podrás describir algo con exactitud. Sólo podrás concebir tu versión de los hechos, pura ficción.

-Dejemos la ficción para los libros...

-Dejemos los libros para quienes los leen y quienes los escriben. Los que escriben, cuando lo hacen, se embarcan en una aventura, con sus lectores como tripulantes.

-En realidad, a veces prefiero olvidarme de la ficción y leer libros que traten temas más mundanos, sobre la realidad, sobre la vida...

-No me extraña, al fin y al cabo, soy como una novela.

Tut, tut, tut...

No hay comentarios: