Un día, hace casi cinco años, llamé a una librería de Zaragoza para ver si podían hacer un pedido de mi primera novela y me atendió una persona muy amable que, además de librero, resultó ser escritor. Desde entonces, Javier Lahoz y yo hemos mantenido, ininterrumpidamente, conversaciones telefónicas ocasionales, llenas de amistad y buenos sentimientos. Ha resultado que tenemos en común algunos amigos, aparte del interés por la literatura. Él además es un seguidor apasionado del cine, como se manifiesta en alguna de sus obras.
Cara de malo, El plazo de las horas muertas y La larga espera de María Tudor son sus primeras tres novelas. Hace tiempo que le animo a que revise alguno de los proyectos que tiene guardados y le proporcione el impulso final para verlo publicado. Es lo mínimo que puedo hacer, como amigo escritor, por alguien que se acuerda de mí constantemente, se preocupa por cómo me va la vida y cómo me llevo con la literatura. Es una amistad muy cinematográfica, basada en las charlas por teléfono y en la promesa de conocernos en persona, como en las películas en blanco y negro.
Javier ha querido dedicar el espacio en esta sección a hacer una reflexión acerca de una novela que le ha fascinado, la ganadora del Premio Ateneo Joven de Sevilla, escrita por Lorenzo Luengo. Él mismo nos lo va a contar:
Cualquiera de vosotros, que ahora leéis estas líneas, tiene la posibilidad de descubrir AMERIKA. Sí, tal y como lo estáis viendo, con una rotunda "K" que la distingue de la otra, la que quizás hayáis pisado alguna vez dejándoos deslumbrar por su grandeza y su mitología. Ocurre exactamente lo mismo con esta estupenda novela de Lorenzo Luengo, que os va a llevar de la mano, envolver, sorprender e inquietar como todavía no imagináis, porque si bien la cuestión comienza en un escenario donde resucitan los sueños de quienes alguna vez nos creímos dentro de una película en blanco y negro, la vida nos volverá a enseñar que siempre hubo un antes, un origen que nos lleva a ser lo que somos. Y de eso sabe mucho su principal protagonista, Leonardo Rilke, un personaje que sin duda va a permanecer a través del tiempo. Nada que ver con todos esos que se desintegran en cuanto termina la lectura de sus vivencias.
Lorenzo Luengo ha hecho una maravillosa recreación de dos mundos, el que fue y el que debería haber sido, el de la realidad y el de la fantasía. AMERIKA está construida sobre los cimientos del cineasta Jacques Tourneur, que a todos nos regaló luces y sombras envueltas en una magia que el autor de este libro posee. Desfilan por sus páginas auténticas joyas de un mundo que supo conquistar al mundo cuando el cine alimentaba sus ilusiones. Y de ahí, la ficción en busca de la AMERIKA que a más de uno le gustaría para sí mismo. Y después, la otra, claro, la que se construyó a base de memorables acontecimientos, esa que alguna vez convertisteis en un viaje para el recuerdo. Lorenzo Luengo ha puesto a nuestro servicio una historia escrita de verdad, con un despliegue de detalles que anima a releer para recrearse en ese lenguaje tan elaborado, tan cuidado, tan exquisito y, a la par, tan cercano, que tan difícil es de encontrar habitualmente.
Hay que descubrir AMERIKA.
Javier Lahoz.
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