La mayoría de nosotros se ríe de lo que pueda significar la profecía maya, pero habrá quien se lo tome muy en serio. Últimamente, cada vez que se habla de este tema, dada la proximidad de diciembre de 2012 y de la supuesta fecha marcada por la astronomía y la astrología mayas para la reconstrucción del mundo que conocemos, se recalca e insiste en la idea de que solo conllevará a un giro, a un vuelco de la situación y que los mayas nunca hablaron de la destrucción de lo que nos rodea.
En cualquier caso, estamos viviendo en los límites de la realidad, puesto que no terminamos de creernos lo que está pasando a nuestro alrededor. La semana que acaba de terminar ha sido una de las más tensas que hemos vivido en las últimas décadas, puesto que todo parece a punto de derrumbarse, primero en España y luego en Europa. Ha bastado un gesto positivo de Grecia, que no podría sobrevivir sin el euro aunque quisiera, para despertar a las bolsas. Para empezar, los números nipones, que se han levantado con optimismo. Es decir, que el problema no es solo del Viejo Continente. La globalidad de los problemas arrastra a todos, incluso a los países cuyas economías están creciendo ahora, como Chile y Brasil, condenadas al mismo fracaso, puesto que siguen el mismo modelo que ha hundido a Europa.
Es necesario el cambio. La fórmula que nos ha permitido desarrollarnos como sociedad, como naciones y como civilización hasta ahora ya no funciona. Pero el ser humano, aquejado de arraigarse a las costumbres, no está programado para renunciar al poder que atesora aunque le vaya la vida en ello.
En cualquier caso, estamos viviendo en los límites de la realidad, puesto que no terminamos de creernos lo que está pasando a nuestro alrededor. La semana que acaba de terminar ha sido una de las más tensas que hemos vivido en las últimas décadas, puesto que todo parece a punto de derrumbarse, primero en España y luego en Europa. Ha bastado un gesto positivo de Grecia, que no podría sobrevivir sin el euro aunque quisiera, para despertar a las bolsas. Para empezar, los números nipones, que se han levantado con optimismo. Es decir, que el problema no es solo del Viejo Continente. La globalidad de los problemas arrastra a todos, incluso a los países cuyas economías están creciendo ahora, como Chile y Brasil, condenadas al mismo fracaso, puesto que siguen el mismo modelo que ha hundido a Europa.
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2 comentarios:
Qué difícil es lo que propones. El miedo a cambiar es demasiado fuerte.
Un saludo.
Te esperamos en www.atendiendoarazones.com. Lea, escriba, sueñe y disfrute de la literatura
¡Hola!
He visto este concurso y la verdad, para las personas que le gustan escribir y tiene sus relatos por ahí sueltos pueden concursar.
Os dejo la información. ¡Muchas gracias!
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