Extracto del artículo Nuevas especies del Amazonas, publicado por el biólogo Jean Marie Bregnon en el número 123 de la revista Ciencia y Naturaleza:
“[...] Habíamos llevado nuestra investigación a uno de los afluentes más anchos del Amazonas. Instalamos nuestro laboratorio portátil en su ribera. Era un lugar seguro hasta la estación de las lluvias, pero nos sorprendió algún chubasco inesperado. Estábamos sometiendo una pequeña porción de terreno a la exposición de dos focos artificiales que permanecían encendidos durante el día y que desconectábamos cuando había oscurecido completamente. Nuestro objetivo era descubrir qué efecto causaba sobre el entorno este tipo de acción agresiva y artificial.
Como en otras ocasiones históricas, la casualidad nos condujo hasta uno de los descubrimientos más importantes de nuestra carrera. Habíamos encontrado numerosas especies nuevas de artrópodos mientras hurgábamos en la maleza y en las copas de los árboles. Pero ninguna como la que voy a describir.
Una maraña de raíces mezcladas con tierra acababa de salvar un salto de agua y flotaba en la corriente del río. A juzgar por la composición de aquel pequeño islote, tenía que haberse desprendido de algún lugar próximo a la orilla, un centenar de metros curso arriba. Permanecía suspendida en la superficie del agua de forma prodigiosa, pero lo más interesante era la fauna que poblaba aquel minúsculo ecosistema. Eran unos insectos diminutos que formaban una comunidad, como las hormigas, pero estaban dotados de una inteligencia inusitada y construían estructuras complejas con ramitas y hojas secas.
Recogimos la muestra, que identificamos claramente pese a la falta de luz porque estaba rodeada de hojas muertas de caléndula amazónica y estas se vuelven blancas al perder la clorofila. Luego la pusimos en una urna de cristal para su estudio, convencidos de que nos tenía reservadas muchas sorpresas. [...]”
