Cada vez hay más películas que pretenden sorprendernos y comienzan produciendo impresiones positivas en el espectador, pero terminan de forma decepcionante. Si a esto sumamos la fiebre de los efectos 3D, ya no echo tanto de menos acudir a las salas de proyección tan a menudo como antes. Hace unos días, he visto el avance de la siguiente película de Batman y he recordado la anterior, que contaba con momentos brillantes, pero otros faltos de completa originalidad y hasta demasiado violentos. En general, esta es la tónica. Con la excepción, casi constante, del cine británico, que suele encandilarnos, trate el tema que trate.
Poniéndonos a pensar, la mayoría de las películas que han impresionado al público general no son recientes. Se remontan a hace décadas. Pero no todo es así, afortunadamente.
Personalmente, me fascinan las películas que te mantienen en la confusión desde el principio y ni siquiera en su desenlace está totalmente claro lo que ha pasado, como ocurría en 12 monos, o aquellas que van explicando los interrogantes y construyendo la historia poco a poco, como sucedía en El efecto mariposa. También las hay con un giro final que nos hace replantear todo lo que hemos visto, como en El sexto sentido, El protegido o The game. Se trata de recursos muy literarios y, a veces, del uso de estructuras narrativas poco habituales.
Curiosamente, a pesar de su calidad, no todas admiten una segunda visión igual de entretenida. Otras, en cambio, pueden verse una y otra vez y disfrutarse igual al cabo del tiempo. Algunas, incluso, necesitan que vuelvan a verse para comprender las pistas que el director nos iba dejando a lo largo de la trama.
Apuntes y excentricidades de un escritor. Un rincón para quienes quieran comentar algo de literatura... y otros temas, ¿por qué no?
lunes, 20 de febrero de 2012
Cine con significado
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