De repente, como un río,
me brotan palabras escondidas.
Fluyen lentas y distantes,
con gotas de tristeza.
y ahí están
calmando mi furia
restañando heridas.
El dolor aparece lentamente
renovando inquietudes,
agotando vida.
y la palabra sustituye
a la razón,
cambiando el curso de la risa,
acotando caminos y derivas.
Por el alma rota
vuela suave tu recuerdo
mientras mi lastre me deja
en una playa solitaria.
Fuente: ¡¡Ábrete, libro!!
Apuntes y excentricidades de un escritor. Un rincón para quienes quieran comentar algo de literatura... y otros temas, ¿por qué no?
miércoles, 17 de enero de 2007
Colaboraciones: Palabras, de Julia Duce
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