Hace unos meses escribí el artículo ¿Adiós, querido pabellón?. Entonces, el futuro del Pabellón de Hungría de la Expo 92 no parecía muy halagüeño. De hecho, el edificio que había justo al lado, el antiguo Pabellón de Hungría, acababa de ser demolido para reutilizar los terrenos y una oferta de compra se cernía sobre el espacio que ocupaba el de Hungría.
Sorprendentemente (digo sorprendentemente porque hacía tiempo que no había oído noticias del asunto, aunque sé que ha habido un grupo importante de personas que han luchado por conseguir lo que voy a contar), hoy he leído en el diario ADN lo siguiente:
"La Junta de Andalucía ha incoado un procedimiento para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz de seis pabellones de la Expo 92: España, Andalucía, Hungría, Francia, Finlandia y el de la Navegación."
A mediados de junio, Bernardo Bueno, delegado provincial de la Consejería de Cultura de la Junta, declaró que si se decidía incoar un expediente administrativo para la declaración de BIC (Bien de Interés Cultural) del pabellón, garantizando así la seguridad jurídica de la propiedad, éste quedaría inmediatamente protegido y se podría ordenar la paralización de su desmontaje, que aún no había sido autorizado por el Ayuntamiento.
Parece que, afortunadamente, las cosas han dado un giro y Hungría se va a salvar. Había muchísimas dudas porque, al contrario que los otros pabellones, a los que se está dando uso, el de Hungría contenía un museo que ha sido clausurado y su dueño estaba interesado en vender el terreno. Me alegro de que se haya podido rescatar esta pequeña joya de madera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario