Aunque los desplazamientos iniciales trastornaron un poco la rutina de Irene, ya se ha adaptado completamente a su nuevo hogar. En ningún momento ha dejado de reír y pasárselo bien, como demuestra la fotografía.
Hoy cumple quince semanas, ha alcanzado los cinco kilitos y ha visitado al pediatra que le corresponde en su Centro de Salud, dependiente de SACyL, que, por otra parte, es mi cliente en el proyecto que nos ha traído a tierras castellanas. El doctor ha hecho constar que está muy sana y muy bien, que crece de forma adecuada a su situación. Irene se lo ha ganado con sus sonrisas. Todos caemos rendidos ante su buen humor.
Apuntes y excentricidades de un escritor. Un rincón para quienes quieran comentar algo de literatura... y otros temas, ¿por qué no?
miércoles, 21 de mayo de 2008
Primeros días en Valladolid
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4 comentarios:
Pero que guapaaaaaaa!! Miralaaaa, si es una princesaaaa!! Jaajaja, que sonrisa, es contagiosa!! Lo siento papis, pero va a ser una rompecorazones. Asi que prepararos los dos a recibir miles y miles de pretendientes... voy comprando escobas?? ajajajjaja.
Un beso a los tres!! Cuidaros mucho!!
Ay, cada vez que veo esa sonrisa me derrito, casi literalmente. Me temo que tienes razón, Violeta. Habrá que ir preparando el juego de escobas. :D
Está guapísima y muy simpática. Espero que no se le pegue mucho después el carácter seco castellano...
Besos
De momento se resiste perfectamente. :D Pero por aquí no son tan secos como me habían advertido.
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