viernes, 28 de diciembre de 2012

La posada de los vientos y otros cuentos inquietantes, de Rocío de Juan

Hace año y medio, Rocío de Juan Romero se puso en contacto conmigo. Me buscaba para presentar en Valladolid su primer libro de relatos, Geografía humana en tierras imaginadas. Lamentablemente, no pudo ser. Por aquel entonces, ya había regresado a Sevilla y la distancia física hacía imposible que le pudiera ayudar, aunque me habría encantado.

No obstante, siempre es agradable conocer a alguien en el mundo de los libros y, sobre todo, que se acerquen a preguntarte sobre temas relacionados con ellos, aun sin conocerte. Tanto es así que el contacto no se ha perdido en este tiempo. De hecho, lo que anuncio aquí y ahora celebramos es la publicación de su nueva obra, una antología de relatos titulada La posada de los vientos y otros cuentos inquietantes. Si tuviera que resumir estos cuentos en una sola palabra, sería, en efecto, "inquietantes".

Pero vayamos en orden y, primero, contemos algo sobre Rocío, aparte de la forma en que nos conocimos "virtualmente". Esta joven escritora ha vivido en León y Burgos mucho tiempo, hasta que el trabajo, tan imprescindible para cualquiera que quiera pagar sus facturas, la llevó hasta Valladolid hace unos años. Se ha especializado en Comercio Internacional, aunque lo que realmente le gusta es escribir, como nos pasa a unos cuantos que también compaginamos la profesión que nos alimenta con el oficio que nos agrada. Tiene varios relatos galardonados y publicados, tanto en revistas de papel como en medios electrónicos, además del recopilatorio que he mencionado antes, Geografía humana en tierras imaginadas, publicado en 2011 por Éditions equilibrio y fruto, directo o indirecto, de la ayuda "Jóvenes excelentes" de Caja de Burgos que recibió cuando seleccionaron su proyecto de creación literaria en 2009.

Está claro que es una mujer moderna, que se adapta a los tiempos que corren, pues se ha decidido a publicar sus últimos trabajos en formato electrónico. Es el caso de la obra que nos ocupa, un conjunto de once relatos muy especiales, publicados por Literanda. Desde su portada, se asoma un gato en pose observadora y ya esa imagen capta parte de la esencia de las páginas que hay detrás. Me pregungo si será porque relacionamos automáticamente a los gatos con lo misterioso y tenebroso. Lo cierto es que esa mirada felina, bien elegida, resulta un factor más para allanar el camino y preparar el espíritu con el que debe leerse el libro.

Los cuentos de Rocío no son muy extensos, pero es que además se leen con rapidez. El lenguaje que emplea Rocío es fresco, natural y ágil, sin florituras innecesarias ni giros en las frases. Realmente, mientras lees sus relatos, tienes la sensación de estar sentado al calor de una chimenea mientras alguien te narra un cuento. Tal vez por eso algunos de ellos han sido premiados. Y también porque están llenos de intriga y sano desasosiego, imprimiendo esa sensación que nos impulsa a seguir leyendo, para descubrir el desenlace, y a pensar en mil alternativas al mismo tiempo para intentar encontrar una explicación a lo que ocurre.

La ternura subyacente en la forma de narrar los cuentos es crucial y define el estilo de Rocío de Juan. Este ingrediente suaviza la crueldad, atenua la tristeza y ensombrece la alegría de las historias, de la misma manera que lo haría Dickens al contarnos su entrañable pero siniestro Cuento de Navidad o Roald Dahl al describirnos con gracia y simpatía las duras desventuras de los niños concursantes en Charlie y la fábrica de chocolate. Innegablemente, los cuentos de Rocío nos gustan más si hemos leído a algunos de los autores clásicos de cuentos.

Aunque no está bien que se expresen favoritismos en la reseña de un libro, me resulta imposible no destacar el cuento que más me ha gustado entre los que conforman esta colección. Sin duda, La biblioteca de los Fizzi, por los aspectos metaliterarios que contiene intrínsecamente y por el significado metafórico que se da al poder de los libros sobre nosotros, quizá sin pretenderlo, es una delicia para el lector, a mi parecer.

Sin embargo, este libro, en su totalidad, merece vuestro aprecio y su lectura. Además, el precio es otro aliciente. ¡Solo cueta 1,65 euros! Así de competitivos deben ser los precios de los libros electrónicos si quieren tener entidad propia en el mercado. Es un motivo más para animaros a comprarlo y leerlo.

Felicidades, Rocío, y hasta el próximo libro.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Felices fiestas

Irene y Ángel, los pequeños de la casa, os desean, en nombre de toda la familia, una Nochebuena feliz en familia, un reconfortante día de Navidad y un 2013 lleno de esperanza e ilusión.


jueves, 20 de diciembre de 2012

Reflexiones de un ser mundano: Hasta la vista

Se acerca el solsticio de invierno y, supuestamente, según los más crédulos, mañana es el fin del mundo. Así que contad vuestros mejores chistes y cruzad los dedos.

Pero, sobre todo, a partir de mañana, poned todo de vuestra parte para hacerlo mejor. Que verdaderamente se ponga fin a este mundo de hábitos desbocados y busquemos entre todos el bienestar común. Hay tantas cosas con las que acabar...


Puede que los mayas, al fin y al cabo,  ya aplicaran las buenas prácticas de ITIL (es una broma informática) en su concepción de la realidad y, con cada cambio y cada bucle, solo proyectaran las consecuencias de un proceso de mejora continua global, en el que todos los habitantes del planeta, especialmente aquellos que nos lo podemos permitir, tenemos una gran responsabilidad para lograr auténticos progresos. Si todo sigue en pie mañana, ¿por qué no tener buenos propósitos menos egocéntricos?

martes, 18 de diciembre de 2012

El primer bebé, de Luis Alberto Ambroggio

El pasado sábado, compartimos una jornada de charla y ocio, bastante familiar, con nuestra amiga María del Águila Boge, que ha superado las adversidades recientes haciéndose más fuerte y sonriendo a la vida. Nos encantó hablar con ella y encontrarla tan bien. Resulta impresionante ver cómo esta literata, que guarda tantas experiencias y vivencias en su baúl de los recuerdos, muchas de ellas en otros países, se ha amoldado tan felizmente a su Alcalá de Guadaira.


Precisamente, mientras hablábamos en la comida, nos acordamos de Luis Alberto Ambroggio, a quien conocimos gracias a ella. Luis Alberto es una persona singular y, sin embargo, tremendamente humilde, que, además de ser numerario de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, forma parte de la Real Academia Española. No hace mucho, me puse en contacto con él para saludarle y, al saber que había uno más en la familia (nuestro pequeño Ángel), me invitó a leer este poema suyo dedicado a los recién nacidos y titulado El primer bebé, que reproduzco desde el blog Mis poetas contemporáneos 2 en el que aparece publicado:
  
Te despiertas,
bebé enamorado,
juega
la ternura de tu rostro
a robarle estrellas
al alba de tu madre
que te mira
con los ojos infinitos
de su universo,
luz océano de amor.

Desde entonces
el sol se acuesta
y se levanta
en la sonrisa llena
de un sueño,
reflejado
en las dos estrellas azules
de tus ojos
cada día
nuevos.