domingo, 6 de marzo de 2011

Biblioforum: Demanda y creación; ¿qué le pides a un libro?

De vez en cuando, los escritores decidimos hacer cosas juntos. En Sevilla, no es la primera vez que ocurre. Pero me parece que el entusiamo puesto en esta ocasión ha sido tan importante como para conseguir darle cierta continuidad.

Hace unos meses, los autores Pepe Carrasco (Capitán Nadie), Fran de Paula Pérez (El guerrero elfo) y Juan Antonio Caro Cals (Señores de Godos) tuvieron una idea. Inmediatamente, hicieron todo lo posible para hacerla realidad. Consistía en reunirse una vez al mes, componer una mesa redonda y hablar con todos aquellos que quisieran asistir al encuentro, al que denominaron Biblioforum.

El sábado 5 de marzo se celebró el segundo Biblioforum en el salón de actos del Centro Cívico "Casa de las Sirenas", en la Alameda de Hércules. La audiencia sigue creciendo. Probablemente crecerá más si aumentamos la difusión. Y sinceramente creo que, además del placer que supone reunirte con unos cuantos amigos, lo que se habló allí fue muy interesante.


Con el título Demanda y creación; ¿que le pides a un libro?, los tres escritores antes mencionados y yo estuvimos intercambiando opiniones sobre el proceso de escribir un libro. A veces nos llevamos la razón, pero la mayor parte del tiempo discrepamos, por lo que el abanico de cuestiones planteadas se abrió muchísimo y dio pie a que el público interviniera en cuanto se lo propusimos.

A continuación, recojo algunas de las reflexiones que se hicieron, tal como fueron absorbidas por mí. Es decir, que no son necesariamente citas literales.

Francisco de Paula Pérez y Pepe Carrasco recalcaron la diferencia entre ser un escritor de mapa o de brújula a la hora de ponerse manos a la obra.

Francisco también señaló que lo que debe brillar en una historia es lo ordinario y, de este modo, hacerse extraordinario. Asimismo, afirmó que a menudo nos descubrimos a medida que nos expresamos; por tanto, al escribir damos pasos en nuestro proceso de maduración como personas, como pasa al llevar a cabo otras actividades.

Pepe expuso que, como seres humanos, los escritores necesitamos al lector. Por eso la historia debe ser transferible y no estar plagada de intimidades que solo el escritor podría comprender. El ser humano necesita a la sociedad y el arte necesita la comunicación a los demás. Debe existir la obligación de proyectar la obra a los demás y, para ello, hay que adaptarla, hacer cambios y cesiones, hasta conseguir el producto final. Además, como apuntaron desde el público, hay que perseguir la adecuación de la forma al contenido y preguntarse cómo debe ser contada una historia concreta. Finalmente, Pepe concluyó que quizá lo que diferencia a un escritor de alguien que podría escribir pero no lo hace es la perseverancia.


Por mi cabeza pasaron muchos pensamientos y, de hecho, no tuve tiempo de manifestar algunos de ellos. Por ejemplo, la improvisación puede ser un factor importante en la elaboración del libro (es cuando se confía en lo que dicten la propia historia y en los personajes), pero ciertamente siempre existe en la mente del escritor una sustancia etérea que delimita la estructura general de la obra. Se dijo que podías empezar una novela y no conseguir concluirla, porque no lograbas encontrar esa estructura o el ambiente en el que sentirte cómodo para desarrollarla. Así es. Al escribir, como al leer, puede pasar que no sea el momento adecuado para la historia que se está trabajando y, en consecuencia, se deba abandonar.

Os recomiendo que estéis atentos a la siguiente convocatoria.