lunes, 18 de junio de 2012

Reflexiones de un ser mundano: Reitero: Hace falta un cambio radical


La mayoría de nosotros se ríe de lo que pueda significar la profecía maya, pero habrá quien se lo tome muy en serio. Últimamente, cada vez que se habla de este tema, dada la proximidad de diciembre de 2012 y de la supuesta fecha marcada por la astronomía y la astrología mayas para la reconstrucción del mundo que conocemos, se recalca e insiste en la idea de que solo conllevará a un giro, a un vuelco de la situación y que los mayas nunca hablaron de la destrucción de lo que nos rodea.

En cualquier caso, estamos viviendo en los límites de la realidad, puesto que no terminamos de creernos lo que está pasando a nuestro alrededor. La semana que acaba de terminar ha sido una de las más tensas que hemos vivido en las últimas décadas, puesto que todo parece a punto de derrumbarse, primero en España y luego en Europa. Ha bastado un gesto positivo de Grecia, que no podría sobrevivir sin el euro aunque quisiera, para despertar a las bolsas. Para empezar, los números nipones, que se han levantado con optimismo. Es decir, que el problema no es solo del Viejo Continente. La globalidad de los problemas arrastra a todos, incluso a los países cuyas economías están creciendo ahora, como Chile y Brasil, condenadas al mismo fracaso, puesto que siguen el mismo modelo que ha hundido a Europa.

Es necesario el cambio. La fórmula que nos ha permitido desarrollarnos como sociedad, como naciones y como civilización hasta ahora ya no funciona. Pero el ser humano, aquejado de arraigarse a las costumbres, no está programado para renunciar al poder que atesora aunque le vaya la vida en ello.

domingo, 17 de junio de 2012

Indudablemente, hermanos

Me parece que sobran las palabras. Irene, a la izquierda, y Angelito, a la derecha, ambos recién nacidos. A veces, al mirar a Ángel, nos parece que estamos viendo otra vez a Irene.











En esta otra fotografía, vemos a los dos juntos, con la frente amplia, la curva cóncava de la nariz, respingona, y los labios prominentes.

miércoles, 6 de junio de 2012

Ángel ya está con nosotros

Ha llegado Angelito. A las 13:30 del día 6 del mes 6 de 2012 ha nacido el campeón de la foto, con un peso de 3 Kg. y muchas ganas de comer. Ha nacido dos días después de mi cumpleaños (vaya regalito), al igual que Irene nació dos días antes del cumpleaños de su madre.

Mª Carmen, que se recupera bastante bien, ha disfrutado del momento y es una madre doblemente feliz.

Lo primero que hizo Angelito cuando la ginecóloga irrumpió en su mundo uterino fue morderle el dedo. Así comenzó, con fuerza y decisión, afrontando lo desconocido.

Su hermana,que no ha tardado en verlo, opina que es muy chiquitito. Tan chiquitito le ha parecido que al principio le ha impresionado, aunque más tarde le daba besitos en los pies.

Los suaves gruñidos que emite mientras dormita ya caracterizan a Angel, que así reclama la necesidad de mimos y de estar en contacto con su mamá. No obstante, pronto se ha hecho evidente que también hace buenas migas con su papá, que lo está reclutando como aliado frente a las dos chicas de la casa.

Taller: Creación de personajes

Teo Palacios y Concha Perea animaron la mañana del domingo 27 de mayo, dentro de las III Jornadas Literarias Mejor con un Libro, empleando un tono jocoso, que recordaba a Cary Grant y Katherine Hepburn en La fiera de mi niña, mientras nos instruían en un tema tan serio para los escritores como la definición de los personajes para una obra.

La idea principal en la concepción de un personaje es que tiene que ser tan creíble que el lector crea que puede existir, como ocurre en novelas como Firmin de Sam Savage, protagonizada por una rata que vive en una librería, o La canción de Cazarrabo de Tad Williams. La construcción de los personajes debe realizarse sobre los siguientes pilares básicos, algunos de los cuales no resultan imprescindibles:

- El nombre.
- La descripción física.
- Las motivaciones.
- La evolución.
- La personalidad.
- Los antecedentes.

El nombre
Lo primero es presentar al personaje. Como afirma Antonio Muñoz Molina, el "nombre debe contenerlo y definirlo". Los nombres son significativos incluso cuando están ausentes (el personaje no tiene nombre).

Ejemplos célebres son Campanilla de Peter Pan, Hannibal Lecter el Caníbal de El silencio de los corderos, Severus Snape de la saga de Harry Potter, Tom Builder de Los pilares de la tierra y el monstruo de Frankenstein, que, de hecho, carece de nombre propio para reflejar la falta de aceptación por parte de los demás.

La descripción física
En función del personaje, no es fundamental. La caracterización se suele hacer a lo largo del relato, para no abrumar al lector con datos desde el principio. La descripción es importante si los rasgos son peculiares y diferencian al personaje. Cuando uno de los personajes es el narrador, no se suele describir a sí mismo.

A algunos personajes se les puede identificar por dos o tres rasgos:

- Harry Potter: joven, gafas, cicatriz.
- Monstruo de Frankenstein: alto, con tornillos, monstruo.
- Bilbo Bolsom: tragón, bajito, pies peludos.
- Alicia: niña, delantal, vestido azul.
- Dorothy: niña, trenzas, zapatos plateados.

¿A que identificáis a estos personajes por su apariencia física?

Las motivaciones
Las motivaciones del personaje son importante, así como las emociones propias. Todo personaje debe tener un papel en la trama de la historia. De acuerdo con Leon Surmelian, sus motivaciones deben ser consistentes con el carácter del personaje, verosímiles, sinceras y suficientemente poderosas y complejas para que el relato gire en torno a ellas.

La relación entre los personajes les da peso en la historia y los define (ocurre, por ejemplo, con Íñigo Montoya en La princesa prometida). Los personajes deben complementarse sin necesidad de guardar una buena relación (recordemos a Holmes y Watson). A veces, la relación entre ellos representa el enfrentamiento del bien contra el mal, como sucede con Holmes y Moriarty o Jekyll y Hyde.

La evolución
Los personajes deben cambiar a lo largo del relato. De hecho, si un personaje sigue exactamente igual al final, puede resultar cómico. Por ejemplo, mientras el protagonista de En busca del unicornio, de Juan Eslava Galán, evoluciona durante la historia que narra, Harry Potter no cambia, solo se hace mayor, a pesar de los elementos que surgen en su camino para provocar la evolución: conflictos, obstáculos, traiciones y otros estímulos.

La personalidad
Según Vladimir Propp, hay siete tipos de personajes. A. J. Greimas habla del sujeto (el protagonista que realiza la búsqueda), el objeto u objetivo (sea físico o no), el destinador o mentor, el destinatario (que recibe las repercusiones de las acciones del sujeto), el ayudante (o apoyo para conseguir el objeto) y el oponente. Todos los personajes deben cumplir una función y hay que evitar los estereotipos. La forma de hablar de un personaje le puede dotar de una voz personal propia.

Actualmente, es muy común la técnica de la "cáscara vacía", que preparar la figura del personaje de tal manera que cualquiera que lee la obra pueda rellenarla, como pasa con las protagonistas femeninas de Crepúsculo o Los juegos del hambre, que solo tienen sentimientos con los que puede identificarse todo lector.

Los antecedentes
Los antecedentes de un personaje permiten comprender sus reacciones. La forma más segura de definirlos es mediante la elaboración de una ficha que caracterice a cada personaje. Concha Perea aseguró que, si la historia y los personajes están bien planteados, un personaje nunca puede rebelarse al autor.

La rebelión de los personajes
Esta afirmación enlazaba con la discusión mantenida el día anterior entre varios escritores a raíz de una pregunta lanzada por alguien del público. De hecho, ese fin de semana aprendí mucho con mis amigos escritores, pero también entré en contradicción con ellos. Y es natural, debe existir la disparidad para que todo lo que nos rodea cobre sentido y no nos aburra. Además, somos almas con personalidades diferentes. Cada escritor, cada persona, es un mundo, por lo que su percepción de la realidad es inevitablemente diferente. Debemos admitir que hay buenos y malos escritores y que tanto unos como otros pueden triunfar, porque el azar, la casualidad o el estar en el sitio adecuado en el momento oportuno también influyen.

Durante la charla del sábado sobre novela negra, discrepé con los ponentes y defendí la magia que hay al narrar, reconociendo que, a veces, los personajes se sublevan al escritor, aunque, en efecto, todo eso suceda dentro de la mente y tenga una explicación lógica y pragmática. Cuando el escritor hace su tarea, es capaz de concebir un universo enorme para desarrollar la historia que quiere contar y, tal vez porque el subconsciente escapa a nuestro control, los elementos que componen dicho universo cobran vida propia y pueden reaccionar por sí mismos. Parece una locura (yo prefiero considerar que es parte de la naturaleza inexplicable que nos hace seres pensantes), pero son vidas intangibles que quieren progresar solas, como sucede en los sueños. Y, personalmente, me parece que es parte del talento que puede tener un escritor a la hora de abordar sus narraciones. Los personajes de nuestros relatos no tienen que ser meros títeres, afortunadamente, y nosotros no nos limitamos a manejar siempre sus hilos.

Naturalmente, lo que sí controla el autor es la escena y los parámetros que delimitan ese universo en el que se desarrollan los personajes y sus experiencias. Me parece que esto no entra en contradicción con tener los planteamientos claros desde el principio, tanto para la trama como para los personajes que la viven. Mis personajes sí se pueden rebelar en determinadas circunstancias.

lunes, 4 de junio de 2012

El escritorio: Cuidado con lo que deseas, Javier

Para Irene y Ángel,
que algún día sabrán leer y disfrutar de los libros,
en mi cuadragésimo cumpleaños.

Érase una vez un niño llamado Javier que tenía prácticamente todo lo que podía tener un niño. Pero se había cansado de jugar, se había hartado de saltar y brincar y ya tampoco le entretenía leer. Así que siempre estaba aburrido. Aburrido y triste.

Un día, se le ocurrió una idea. Le parecía la mejor idea que había tenido nunca. Quería ser muy fuerte y tener un gran poder para ayudar a los demás y hacerles la vida más fácil. ¡Quería ser un superhéroe!

Y se aferró a ese deseo fabuloso con todo el ahínco de que fue capaz. De hecho, no dejó de pensar en ello durante días y días, durante noches y noches. Ya ni siquiera dormía bien, pensando en cómo podía hacerlo realidad.

Persiguió su deseo con tanta tenacidad que al final le fue concedido. Al despertar una mañana, se sintió más valiente y una energía especial le invadía, desde la cabeza a los pies, desde el extremo de un brazo al extremo del otro. ¡Era una sensación maravillosa!

Probó a levantar la cama cogiéndola por una sola pata y tuvo que contenerse, porque estuvo a punto de estamparla contra el techo. Miró por la ventana y pudo ver, como si estuviera al otro lado de la calle, lo que desayunaba su anciano abuelo, que residía a media ciudad de distancia. Dio un saltito y se quedó flotando en el aire. ¡Se había convertido en un superhéroe por arte de magia!

Javier tenía muy claro cuál era su misión. Lo había planeado durante mucho tiempo, mientras se imaginaba que tenía los superpoderes que ahora, efectivamente, había conseguido. Se puso un traje de colores chillones y una capa roja, se marchó volando y recorrió el planeta en busca de todos los seres que causaban daño a los demás.

Acabó con todas las brujas malvadas, encerró a todas las hadas egoístas, aplastó a todos los gigantes, arrojó por un barranco a todos los ogros, mató a todos los lobos malos y le cortó la cola a todos los dragones. Después, se detuvo a descansar y a observar el resultado de su obra.

Y lo que ocurrió fue que…

Los siete cabritillos se comieron todo el pasto del monte donde habitaban y dejaron sin comida al resto de los animales.

Caperucita Roja fue raptada por el leñador, que se aburría sin tener a nadie a quien perseguir y después de haber talado todo el bosque.

Los tres cerditos se volvieron obesos y apenas se podían mover.

La Bella Durmiente nunca se durmió y jamás fue hallada en su lecho por el príncipe, por lo que se quedó soltera y fue muy desgraciada sin amor.

Los hermanos Hansel y Gretel perecieron de hambre en el bosque porque no encontraron ninguna casita de chocolate.

Blancanieves no llegó a conocer a los siete enanitos y desperdiciaba su tiempo con la nueva consola de videojuegos que se había comprado.

Rapunzel nunca estuvo cautiva en una torre ni se dejó crecer el pelo. Se dedicó a comer y a comer y engordó hasta no caber por las puertas.

Tampoco hubo ningún sastrecillo valiente ni se hizo famoso ningún gato que calzara botas mágicas, porque nunca fueron fabricadas.

El mundo se volvió tan aburrido como lo había sido Javier. Ya no había historias que contar. Los cuentos no tenían sentido, ni eran divertidos. Ni siquiera daban miedo.

Entonces, Javier se dio cuenta de cuánto se había equivocado.

Se quitó su uniforme de superhéroe, ignoró que tenía superpoderes y empezó a preparar cuidadosamente paquetes con todos sus juguetes. Después, los repartió entre los niños del barrio y estos, agradecidos, le invitaron a jugar con ellos.

Además de jugar en compañía, con amigos como nunca antes había tenido, siguió desprendiéndose de todo aquello que ya no usaba y se percató de que a otros les podía ser de utilidad.

Pasó el tiempo y Javier se hizo mayor. Sin pensarlo ni desearlo, ejerció como escritor. Inventó historias increíbles, volvió a imaginar a los seres fantásticos que poblaban los cuentos de hadas y emocionó a miles de lectores que esperaban la publicación de sus nuevos libros con entusiasmo.

Un día frío de invierno, con las carreteras heladas, sufrió un terrible accidente de tráfico. El coche en el que viajaba quedó destrozado. Pero él salió ileso. Fue entonces cuando se acordó de que seguía siendo fuerte y poderoso, de que podía volar como un superhéroe. Pero nunca más había deseado nada con tantas ganas, pues no le había hecho falta. Y tal como lo recordó, volvió a olvidarlo. Había comprendido en qué consistía la felicidad.

sábado, 2 de junio de 2012

Todo evoluciona

Blogger fue lanzado en agosto de 1999 como herramienta para la publicación de bitácoras en línea y, desde 2003, pertenece a Google. Hace casi 8 años que soy "bloguero". Ha pasado mucho tiempo y había llegado el momento de actualizar este rincón, al que procuro dedicar algunos ratos todos los meses. La versión anterior de mi blog resistía bastante bien, sobre todo en cuanto a lo que permitían las utilidades de mantenimiento. Pero se había quedado obsoleta en muchos sentidos y había características interesantes que no podía usar. Además, con el diseñador de plantillas, he podido personalizar en buena medida el aspecto de mi blog. Puede que siga haciendo retoques durante un tiempo, como si se tratara de un adolescente al que le aparece el vello, le cambia la voz, se le endurecen los rasgos. Mi blog empieza a hacerse mayor.

viernes, 1 de junio de 2012

Charla entre escritores en Málaga

Este último fin de semana he vuelto a la literatura. Las III Jornadas Literarias Mejor con Un Libro han hecho posible el reencuentro con viejos amigos y conocer a otros colegas. No obstante, algunos teníamos otras preocupaciones en la cabeza, como Pedro de Paz, que se llevó un susto a causa de un asunto familiar, o yo mismo, bastante inquieto ante la inminencia del nacimiento de Angelito. Por esto último, dado que ha sido una de las pocas ocasiones en las que he viajado solo, dedico especialmente esta crónica a los tres duendecillos que habitan y habitarán siempre en mi corazón.

Vistas desde mi habitación en el Hotel AC Málaga Palacio

El sábado llegué al mediodía, por lo que no pude asistir a la entretenida batalla verbal que se estableció en el debate titulado Mujer con un libro ni a la presentación de la novela La justicia de los errantes, de Jorge Díaz. Pero, nada más entrar en el salón del Hotel AC Málaga Palacio donde se estaban celebrando estas jornadas, recibí una calurosa acogida por parte de los asistentes que salían en ese momento. A algunos no los veía desde hacía tiempo y fue un placer poder saludarlos. Con ellos compartí un almuerzo entre charlas y risas, de esos que te permiten integrarte rápidamente en las cosas que ya han empezado.

TÉ-rtulia con José Carlos Somoza
Más tarde, volvimos al hotel para reunirnos con José Carlos Somoza. Nos saludamos con cariño y bastó que cruzáramos cuatro frases para entender la situación de cada uno y saber cómo estábamos. Una vez servido el té, por cortesía de La tetería, Somoza se puso a disposición del entrevistador, Juan Ramón Gálvez, y del público. Mientras contestaba a las preguntas que le hacíamos y nos hablaba de sus trucos de escritor y de sus libros, especialmente de Tetrammeron, su obra más reciente, disfrutábamos del delicioso té.

Como ya es habitual en estos eventos, tuve que anotar muchas de las reflexiones que hizo ante nosotros José Carlos, de quien siempre se puede aprender algo, ya sea sobre el mundo de los libros o en el terreno personal. Indudablemente, aunque hace mucho tiempo que no ejerce, algo tiene que ver en esto el hecho de que sea psiquiatra. A propósito de Tetrammeron, confirmó que las antologías de cuentos sin un vínculo que los relacione entre sí, no atraen hoy en día al público. A eso se debe, en parte, el lanzamiento de Tetrammeron con el formato que ha adoptado.

Hablando sobre sus personajes, aseguró que "todos los personajes de Somoza saben que deben llegar hasta la última página" nada más y ahí se acaba su historia. Con esto, pretendía explicar que no es propenso a reutilizar personajes y hacer segundas partes. Me llamó mucho la atención lo que dijo acerca de volver a sitios o personas sobre los que ya ha escrito. Por ejemplo, cuando le preguntaron si volvería a Roquedal, un lugar ficticio usado en tres de sus obras, afirmó que está dentro de él y antes tiene que ver si necesitará regresar en algún momento, porque nunca se regresa a lo que ha sido, siempre se regresa a algo ficticio, algo diferente.

Sobre la temática de sus novelas, se preguntó por qué nos gusta sentir miedo -pero no en la vida real-, y admitió que le gusta lo morboso, tal como se refleja en lo que escribe. Es facilísimo sentir miedo, pero es muy difícil provocarlo a través de un texto. Se necesitan mecanismos muy complejos para conseguirlo, como ocurre también con el humor.

Siguió respondiendo a las preguntas del público y reconoció que no era exactamente un escritor de mapa o de brújula, sino, más bien, de "guía turística", en cuanto que el planteamiento que hace inicialmente le ayuda a orientarse mientras narra la historia, pero sin obligarle a seguir un camino concreto, constituyendo así una base flexible para escribir. También reconoció que, para él, la fase de preparación de una novela es la etapa más ilusionante de escribir, en la medida en que la redacción posterior supone el viaje que antes se ha imaginado y define definitivamente el camino que se ha decidido tomar, como cuando preparas un viaje real. Aun así, dicho viaje resulta alucinante y puede tener sorpresas.

Al igual que David G. Panadero, al intercambiar impresiones con José Carlos, recomendó ver En compañía de lobos, una película que versiona el cuento de Caperucita Roja desde un punto de vista psicoanalítico, Somoza sugirió leer, para acercarse a su obra, La caverna de las ideas, que marcó un antes y un después en su carrera literaria, Clara y la penumbra, Zig zag y, para los que disfrutan con las historias de horror, La dama número trece.

Somoza también habló del entusiasmo que puede percibirse en un lector que ha leído tu novela, una de las cosas más maravillosas que puede experimentar un escritor, y de que una de las misiones de la literatura es llegar a los límites de las personas y profundizar en ellos. Por eso, sus personajes viven situaciones extremas, que suscitan el estupor del lector.

Algo que quedó claro, por las confidencias que hizo a lo largo de la tertulia, fue que, detrás de una gran mujer, puede haber un buen escritor, como es su caso, puesto que su compañera de viaje le ha apoyado y le ha sabido ayudar a decidir con acierto en los momentos más críticos y conflictivos de su carrera. Es lo que le permite asegurar que repetiría lo que ha hecho, con todos sus riesgos, puesto que, tomada una decisión, hay que entregarse a ella y darlo todo. Para saber hasta dónde puedes llegar con un asunto, tienes que dedicarte a ello al 100%.

La charla con Somoza se alargó tanto, debido a la intensidad y familiaridad que compartimos, que no se pudo celebrar la conferencia sobre libros y cine del amigo Juan Ramón Gálvez. En cambio, asistimos a la presentación de En recuerdo de todos los inocentes, novela de un emocionado Matías Rodríguez, que ha ganado el I Certamen de Novela Corta Mejor con un Libro y ha sido publicada por la Asociación. Matías consiguió convencernos acerca de la valía de su obra.

Con tinta negra
La tarde de actividades concluyó con el espacio dedicado a la novela negra, de la mano del simpar Jerónimo Tristante como moderador, David G. Panadero, el hombre de la voz temible, Javier Márquez, el enamorado del cine y la música de antaño, y el entrañable Juan Ramón Biedma.

Para alguien como yo, que no conoce suficientemente el género, lo más importante fue, aparte de la conversación entre todos, interesante y divertida al mismo tiempo, el conjunto de títulos que recomendaron leer como paradigmas de la novela negra, algunos de los cuales ya conocía. La noche a través del espejo de Fredric Brown, Prótesis de Andrew Martin, Los mares del sur de Manuel Vázquez Montalbán, Los asesinos de Ernest Hemingway, Antirresurrección y El imán y la brújula de Juan Ramón Biedma, A sangre fría de Truman Capote, Todo lo que se muere de John Connolly y El martillo azul de Ross Macdonald.

Esa noche cenamos en la terraza del hotel, con un tiempo muy agradable que invitaba al diálogo acerca de cine, libros y otras cuestiones. Al término de la cena, Javier Márquez, Pedro de Paz y Paco Gómez Escribano, acompañados de Jerónimo Tristante, nos brindaron su segundo concierto de Rock and Books Travelling Show, personalísimo, en el que entonaron, con su voz de escritores, canciones que cuentan historias. Demostraron que, además de escribir, saben tocar los instrumentos.

Javi Márquez, Pedro de Paz y Paco Gómez Escribano en concierto

Creación de personajes y novela histórica
Al día siguiente, Concha Perea y Teo Palacios hicieron de pareja peculiarmente enfrentada para instruirnos entre bromas acerca de las características que deben cumplir los personajes para que sean bien construidos y utilizados en cualquier relato. No obstante, por el interés que tuvo, desmenuzaré esta actividad en otro artículo aparte.

Por último, antes de clausurar el fin de semana literario, moderé la mesa redonda Con pluma y tintero, sentado junto a Félix G. Modroño y Víctor F. Correas, dos grandes de la novela española contemporánea. Debíamos hablar de las distintas maneras de escribir una novela histórica, pero resultó que ninguno de los tres consideraba que sus obras entraban puramente en este género. No obstante, hablamos de lo que pretendíamos, de cómo se documenta el autor, en función de lo que desea escribir, y de cómo reaccionan los lectores ante la verosimilitud histórica de las novelas. Como suele ocurrir cuando el público interviene con entusiasmo, mi moderación apenas fue necesaria.

Con Félix y Víctor

Esos dos días me han permitido replantearme sin miedo mis proyectos actuales. Como siempre, el poder compartir tiempo con otros amigos escritores e intercambiar impresiones ha sido muy fructífero y satisfactorio.

Algunos vídeos del concierto de Rock & Books Travelling Show en Málaga:

Knockin' on heaven's door
Where did you sleep last night?
La chispa adecuada
Slip Slidin' away
With or without you
Sonetos sadomasoquistas de David G. Panadero