El Público Lee, que presenta Jesús Vigorra, se emite los domingos en Canal 2 Andalucía (19:30 horas). El programa consigue viajar en sesenta minutos a través de páginas, personajes y situaciones de un libro. De forma interesante, amena y divertida, tres lectores van desgranando la historia con sus preguntas al autor invitado cada semana. El Público Lee entra en su sexto año en antena. Ciento ochenta y nueve programas en cinco años le han convertido en el programa de libros de referencia de la televisión en España.
El próximo domingo 2 de diciembre a las 19:30 se emitirá en Canal 2 Andalucía el programa grabado el viernes 26 de octubre, con el escritor Antonio Orejudo como invitado y yo mismo como uno de los lectores que lo sometieron a interrogatorio. Al final, para alivio del genial y afable Antonio Orejudo, dicho interrogatorio no resultó tan duro, sino, al contrario, lleno de risas y simpatía.
La grabación ha sido muy divertida y emocionante. A grandes rasgos, primero nos maquillaron a quienes íbamos a participar. Luego, el director del programa, Diego Abollado, se sentó con los lectores para repasar con nosotros el funcionamiento del programa y preparar la primera tanda de preguntas, que debe introducir al espectador en la novela y presentársela. Finalmente, con la aparición de Jesús Vigorra y el autor invitado, se grabaron las fotografías de presentación de cada lector y el propio programa.
Sorprende que el programa se haga en directo, pues se graba en tiempo real, sin más interrupciones que las necesarias para intercalar otras secciones. Estas breves interrupciones son aprovechadas por Jesús Vigorra para reorientar el programa y las preguntas de los lectores, lo que hace de forma muy atinada. Pero destaco todo esto porque me parece una manera muy valiente de afrontar un programa donde corres muchos riesgos por las reacciones que pueden producirse en la interacción entre el autor y los lectores. Me pareció fascinante la organización, planteada perfectamente para que todo saliera bien. Disfruté como un niño e hice las preguntas que quise, pues, tras la tanda inicial, todo quedó en manos de los lectores y el presentador. Se improvisaba para que resultara natural y espontáneo, como una charla entre colegas.
Por otra parte, me ha sonreído la suerte al participar precisamente en este programa, porque Antonio Orejudo, con quien tuve ocasión de intercambiar impresiones al final, es una persona de ideas muy claras y talante simpático. Dio la talla de manera excelente ante nuestras preguntas (algunas más peliagudas que otras).
De Jesús Vigorra puedo decir lo mismo. Al conocerle tienes la sensación de que es un hombre muy ocupado, siempre enredado con el trabajo, de aquí para allá, sin parar. Creo que sólo le vi descansar mientras cerraba los ojos, sentado en el sillón donde le limpiaban el maquillaje. Pero resultó muy cercano. Habló con nosotros entusiasmado. Por ejemlo, al mencionarle mi novela, se interesó por ella y comentó que un lector del programa había asistido más tarde como escritor (Andrés Pérez). Me lo contó como si deseara que volviese a ocurrir.