El domingo se clausuraron las II Jornadas Literarias de la asociación malagueña Mejor con un Libro con la asistencia a una divertida obra de teatro, Adulterios de Woody Allen, representada por el grupo ESCENA-10 y el barítono Carlos Álvarez. Había dudas sobre la acogida del público, pero lo cierto es que el Auditorio de la Diputación de Málaga, más grande de lo que esperaba, se llenó. De manera que fue el broche de oro y significó un éxito más de este evento al que fui invitado como miembro del jurado del I Certamen de relato corto "Mejor con un libro".
Aunque no pudieron acudir todos los convocados, nos reunimos en Málaga un grupo nutrido de escritores de diverso origen. Además de los autores que participaron directamente en las actividades programadas, que iré citando a su debido tiempo, estuvieron Alejandro Castroguer, Guadalupe Eichelbaum, Patrick Ericson, Francisco Jurado, Carlos Martell (presidente de la Asociación Mejor con un Libro), Leara Martell, David G. Panadero, Susanna Ross y E. Vega (presidente de Central Ciudadana).
Las II Jornadas Literarias MCUL se inauguraron el viernes por la tarde, en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, con presencia de representación política, de uno y otro partido, a pesar de que simultáneamente el PP estaba celebrando una convención nacional en la ciudad. A mi parecer, este apoyo y el de Central Ciudadana resultan meritorios y destacables y, posiblemente, sea lo que asegure el futuro de estos encuentros, independientemente de sus resultados. Además, los entornos elegidos para ubicar las actividades de cada una de las jornadas (el viernes en el CAC, el sábado en el Hotel AC Málaga Palacio donde nos hospedábamos y el domingo en el nuevo Auditorio de la Diputación de Málaga) resultaron idóneos y favorecieron la sensación de bienestar, calidad y calidez del evento.
A la mesa redonda del viernes, con el título La influencia de Internet en el mundo de la literatura faltó Antonio Gómez Rufo, que era uno de los invitados, pero su ausencia pasó casi inadvertida gracias al buen hacer de los demás ponentes: el escritor Miguel Ruiz, el escritor y guionista Jorge Díaz (le debemos la existencia de la serie Hospital Central) y el escritor Teo Palacios.
Jorge Díaz es de la opinión de que, inevitablemente, internet, que ha cambiado o está cambiando todo, influirá completamente en la literatura y en la forma de entenderla. Desde que existe la red, todo se ha vuelto más complicado, a una velocidad incomprensible, imponiéndonos retos casi a diario. Jorge ponía ejemplos sobre su trabajo de guionista, pues cada vez resulta más difícil sorprender a los espectadores. Llevando esto a los libros, tal vez se pudieran confeccionar distintas versiones de una novela con los comentarios que hagan los lectores y que el autor decida aceptar. Desde luego, internet puede ser útil como arma de autoafirmación para los escritores, en cuanto que les permite darse a conocer y hablar de sus obras sin restricciones. El problema principal de internet es precisamente que no existen filtros y la calidad, obviamente, no puede abundar.
Miguel Ruiz apostaba porque internet y la literatura vayan de la mano, en la forma del libro electrónico y mediante la adaptación de los escritores a nuevas metodologías y nuevos recursos a la hora de escribir. Por otra parte, la retroalimentación que permite internet, los comentarios y las críticas inmediatas de los lectores, constituyen algo muy valioso y ayudan a replantearse cosas si se utilizan bien, como una herramienta más. Además, Miguel Ruiz afirmó que la novela es un género que lleva mucho tiempo sin evolucionar y puede que, en unos años, esto cambie con internet y se obtenga otro producto con imágenes, música, hiperenlaces, etc. (esto es lo que yo llamaría la e-novela o novel@).
Teo Palacios manifestó que internet es un mundo maravilloso en el sentido en que nos permite relacionarnos y acercarnos a otros escritores. También se ha vuelto más sencilla la búsqueda de documentación. Pero también ha facilitado que todo el mundo escriba; el resultado es que no hay mercado para todos y las novedades editoriales apenas duren unas semanas en las librerías. Los blog, las redes sociales, internet en general, sirven para promocionar tu trabajo y darte a conocer, pero hay que dedicarle mucho tiempo para hacer logros, sobre todo porque es más difícil cuando hay tantas personas haciendo lo mismo. Un escritor termina siendo su propio agente de ventas, quitando tiempo a otras cosas. Por ejemplo, agencias y editoriales se terminan interesando por el trabajo de gente que tiene muchos seguidores en la red. Pero ni siquiera esto garantiza que se publiquen sus obras o tengan cierto éxito.
Otra cuestión que resaltó Teo Palacios fue que la globalización de internet hace peligrar la integridad del lenguaje. Todos los escritores pueden equivocarse en la gramática, la ortografía, la puntuación o cualquier otra característica del lenguaje, pero las editoriales convencionales pueden poner los medios para evitar la degradación del idioma.
Desde el público alguien apuntó que internet también fomenta la novela colectiva, escrita a varias manos, dado que la comunicación entre la gente es muchísimo más sencilla que antes. Sin embargo, Miguel Ruiz respondió que veía difícil el fruto de la autoría múltiple, porque el escritor suele trabajar en la intimidad y la soledad y la idea original, la trama, el planteamiento, la temática es lo más importante de un texto. Por parte de Teo, este tipo de actividades no son más que un juego, mientras que Jorge lo calificó de experimento. Como alguien dijo, "literatura es lo que alguien escribe en pijama para que otra persona lo lea después de descalzarse".
Otro asistente recalcó que internet es, al día de hoy, lo que en su tiempo supuso la imprenta, pues cualquiera podía confeccionar un libro, más allá de las reglas que había impuesto la cultura amanuense. En definitiva, cambia la forma de expresarse.
Lo cierto es que las editoriales no saben todavía cómo sacar auténticos beneficios con el libro electrónico. Y, mientras así sea, no habrá una verdadera transformación del mercado. Sin embargo, las nuevas generaciones ya no están aprendiendo todo en libros de papel; están usando otros medios distintos para estudiar, leer y relacionarse: ordenadores, móviles, portátiles, pantallas táctiles, video consolas diminutas, dispositivos minúsculos de reproducción de música, etc. Es evidente que la fórmula cambiará en algún momento.
Al término de la mesa redonda, se hizo público el fallo del I Certamen de Novela y Relato Corto Mejor con un Libro, gracias a lo cual pude conocer a un simpático asturiano de Gijón llamado Matías, que se llevó el primer galardón literario de su vida, el premio de novela.
Para terminar el viernes, compartimos risas y charla en la terraza del Hotel AC Málaga Palacio, donde se sirvió una cena cóctel. La vista panorámica de Málaga desde allí arriba es magnífica y propició el diálogo entre los que acudimos, como ocurriría la noche siguiente también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario