miércoles, 21 de diciembre de 2011

Taller: El diálogo en una narración

El acto de contar una historia se basa en tres formas de discurso: la narración, la descripción y el diálogo. El diálogo es uno de los recursos más frecuentes en un relato de ficción y también más valiosos, en cuanto que ayuda a construir la personalidad de los personajes y expone a su arbitrio una parte importante de la historia que se desea contar. Constituye una forma de uso lingüístico en la que se dirigen enunciados a un interlocutor y son contestados. Estos enunciados, que suelen ser breves, están condicionados por la temática y la situación del relato.

El diálogo es la base del género teatral, pero, empleado en cualquier tipo de ficción narrativa, es uno de los mecanismos para reducir la presencia del narrador y potenciar la del personaje. Un buen diálogo puede dar voz a los personajes como si fueran personas reales. Para ello, debe reunir las siguientes caraterísticas:

- Natural: El diálogo ha de responder de forma diferenciada al modo de ser del personaje y resultar adecuado a su categoría social, edad, sexo, etc.

- Significativo: Debe transmitirse una información precisa y desecharse todo aquello que no sea revelador acerca del carácter del hablante o de la situación en que se encuentra.

- Progresivo: Ha de utilizarse con una finalidad concreta, en función del desarrollo de los personajes, las situaciones y los incidentes.

- Dinámico y ágil: La abundancia de preguntas y respuestas, las frases breves otorgan vivacidad al diálogo. Deben evitarse los parlamentos prolongados y las frases rotundas.

Básicamente, el diálogo puede presentarse en una narración de dos maneras, aunque siempre es conveniente matizarlo con aspectos descriptivos que expliquen al lector lo que siente y hace el personaje mientras habla:

- Estilo directo o diálogo natural. Lo que dice el personaje aparece citado literalmente, de modo que leemos u oímos sus propias palabras. Se puede presentar indicando el nombre del personaje que habla, al comienzo de su intervención (como en las obras de teatro) o indicando con verbos adecuados (dijo, preguntó, exclamó, contestó, etc.) quién toma la palabra en cada momento.

- Estilo indirecto. El narrador reproduce lo expresado por los personajes (con locuciones como "dijo que") o el uso de la frase dialoquial, mediante la que el narrador se convierte en la voz de uno de los personajes.

No obstante, hay otras formas de presentar el diálogo:

- El monólogo interior. El narrador nos sumerge completamente en la mente del personaje y revela toda su interioridad. Se suele emplear para reflejar desesperación y angustia.

- El poliloquio o diálogos entrecruzados. Los personajes actúan con entera libertad, hablando de lo que a cada uno interesa y haciendo olvidar al lector que realmente es el autor el que, de forma oculta, escoge las frases que aparecen.

- El diálogo creacional. Mediante el mismo, el autor expresa situaciones y ambientes sin necesidad de acudir a otros recursos como la descripción. En este caso, el diálogo es la base fundamental de la novela, pues, sin él, toda la construcción narrativa se vendría abajo.

- El diálogo significativo. Salpica la novela con frases cortas y muy significativas, que hacen innecesarios diálogos largos entre los personajes, pues encierran en sí mismas toda la importancia semántica que requiere el texto.

- El diálogo de narración objetiva. Esta técnica, procedente del cine, intenta construir un personaje dándonos una serie de palabras, de actos, de gestos, pues la única información que de él se posee la ofrecen sus acciones y sus palabras.

4 comentarios:

Cuenticiente dijo...

Estupenda exposición sobre el tema. Escueta, clara y certera.
Pertenezco a un colectivo que se reúne cada semana para aprender unos de otros; exponemos, escribimos y construimos.
Este post me ha resuelto muchas dudas. Gracias.

Cuenticiente dijo...

Te dejo el enlace del blog.
http://escueladeletraslibres.blogspot.com.es/

Unknown dijo...

Hola José, muy ajustado y valioso el aporte que hacen los diálogos.
Gracias, estuve visitando tu blog, felicitaciones,
Viviana Bonfiglioli,
http://vivianabonfiglioli.blogspot.com.ar/

Anónimo dijo...

viva españa