miércoles, 19 de noviembre de 2008

Bitácora de un isleño ambulante: Día 17

Este día ha sido el más corto, porque sabemos que será el último y nos quedan tantas cosas por hacer a todos, y, al mismo tiempo, el más largo, porque ansiamos que este tormento acabe cuanto antes.

Serán mis palabras finales. Estamos tan cerca del precipicio que se puede distinguir su perfil. Se extiende por todas partes, rodeando toda la circunferencia que compone nuestro vasto mundo, y sus irregularidades nos permiten apreciar cómo se desploma el agua hacia la nada. La masa oceánica se derrama por sus bordes. Es un espectáculo insólito. Las viejas leyendas acerca del manantial único y la tierra de las lluvias perpetuas cobran sentido.

Después de tanta ignorancia a lo largo del Viaje, nos sentimos unos ingenuos. Nos confunde conocer la desconcertante verdad.

El Viaje está a punto de acabar. El precipicio está tan cerca.

Creo que voy a asomarme para ver nuestro momento final.

2 comentarios:

J.E. Alamo dijo...

El final se acerca... Espero que sea un punto y seguido. ;-)

José Angel Muriel dijo...

El final se acerca, en efecto. Todavía no he escrito "FIN". :D