miércoles, 10 de enero de 2007

Taller: La carrera previa del escritor (V)

Las opciones que tiene un escritor

Una vez se tiene una obra terminada y preparada llega el momento de plantearse el motivo que justifica este taller: “Tengo una historia, ¿quién me la publica?”

Las opciones no son escasas, pero, como todos adivináis, ninguna resulta fácil. La intención de esta segunda parte del taller es poner en claro cada una de estas posibilidades para que las conozcáis o las conozcáis mejor si ya las conocéis. Para ello os proporcionaremos recursos en Internet y os contaremos la experiencia personal de algunos escritores. Seguro que esto os hace ver que estas vías son factibles, pues a casi todos los autores, incluso los que ahora son consagrados y célebres, les ha costado mucho llegar a publicar su primera obra.

Para conseguir la publicación se puede:

- Participar en un concurso. A menudo, los concursos ofrecen como premio la edición de las obras ganadoras. En los certámenes de novela o novela corta se hace así por lo general.

- Enviar la obra a una editorial para someterla a su valoración.

- Hacer uso de la coedición.

- Hacer uso de la autoedición, ya sea acudiendo a los servicios de una editorial o haciéndose editor autónomo.

Cualquiera de las opciones que hemos presentado supondrá exponer nuestra obra a algún tipo de público. Por tanto, lo primero que hay que hacer es protegerla. Es decir, hay que llevarla al Registro de la Propiedad Intelectual. La obra, como fruto de un esfuerzo intelectual y creativo, es del autor desde el mismo momento en que la escribe. De modo que puede hacer efectivos sus derechos de propiedad intelectual desde el momento de la creación de la obra. Pero la inscripción en el registro, que es voluntaria, es el procedimiento más eficaz para amparar estos derechos y ayuda a demostrar la autoría en caso de litigio por plagio. Legalmente, el Registro de la Propiedad Intelectual es lo único que otorga la presunción de certeza de que el autor y titular de los derechos económicos de explotación es aquella persona que figura inscrita en el Registro, salvo que alguien demuestre lo contrario.

Por otra parte, la publicación de la obra implicará firmar un contrato de edición, un acuerdo privado con alguien. Esto es otro elemento a tener en cuenta y con el que hay que ser muy meticuloso.

Para no llevarnos desengaños, nunca olvidemos que el mundo literario constituye, al fin y al cabo, un negocio. Antes de pasar al siguiente punto, os recomiendo que le echéis un vistazo a lo que nos dice Carmelo Segura, de Entrelíneas Editores, en el Decálogo del escritor que quiere publicar, pues ayuda a asentar un poco las ideas, ya que tiene como destinatarios a los escritores que no quieren ser estafados.



Nota: Material extraído del taller literario “Tengo una historia, ¿quién me la publica?” impartido el 27 de mayo de 2006 durante las I Jornadas de Literatura Fantástica de Dos Hermanas, Sevilla.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola JANGEL! Espero que sigas con estos interesantes artículos y no descuides el 'qué hacer para dar a conocer la obra', algo sumamente importante para lograr el ser leído, que creo que importa más que incluso publicar.

Un saludo.

José Angel Muriel dijo...

Añadiremos algo al respecto. Y acepto propuestas, claro. Gracias, amigo.

Anónimo dijo...

Ups, he enviado un mensaje pero parece que ha volado. Decía que la sola idea de ofrecer lo escrito al mercado me deja exhausto y angustiado. Gracias por las ideas propuestas.