domingo, 13 de noviembre de 2011

Personajes literarios y sus imperfecciones


El pasado viernes, un día con fecha singular (11/11/11) que, a mi pesar, no me hizo millonario, pude por fin volver a asistir a una de las actividades organizadas por Bibliofórum en Sevilla. Nos reunimos en una de las salas del CICUS (Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla) y, con el título Personajes literarios y sus imperfecciones, Juan Antonio Caro Cals moderó una mesa redonda en la que participaban como ponentes las escritoras Concepción Perea Gómez y Laura Sánchez Becerra, además de todos los asistentes. Precisamente, el hecho de que todo el público pudiera intervenir, con completa libertad, convirtió la tarde en un rato de charla agradable y entretenida.

Esa tarde se opinó acerca de personajes mal construidos (Concha Perea puso Harry Potter como ejemplo y dio sus razones para ello) y de autores que no consiguen definir la personalidad de sus personajes y, de una novela a otra, resultan indistinguibles (como puede ocurrir con Matilde Asensi y Carlos Ruiz Zafón). Pero también, al contrario, de personajes bien construidos, como Drácula, el doctor Jekyll y Mr. Hyde, Gollum (de El señor de los anillos de Tolkien), Firmin (de la novela con el mismo nombre de Sam Savage), los protagonistas de La conjura de los necios de J. F. Toole y Los renglones torcidos de Dios de Torcuato Luca de Tena, o los personajes del genial Miguel Delibes.

Entrando en más detalles, Laura Sánchez nos contó cómo dibuja a sus personajes y prepara fichas de sus libros antes de ponerse a escribir, mientras que Concha Perea necesita definir los personajes y las relaciones entre ellos para construir la historia. "No es una historia a contar", afirmó, "sino un personaje a presentar". En general, se coincidía en que cuanto más complejo es un personaje y más matices tiene, mejor resulta el relato.

Entre el público se habló de que los personajes deben tener vida propia y gozar de cierta libertad, siendo la historia la que conduce a los mismos a comportarse de una manera u otra. A modo de anécdota, Concha Perea describió cómo el escritor Ricard Ibáñez había dado forma a la protagonista de su obra La monja alférez, cuya personalidad se había desarrollado más allá de la historia escrita pero sin contradecirla.

Por otra parte, las dos ponentes admitieron que es normal e inevitable que algún rasgo del autor se imprima involuntariamente en sus personajes, aunque Laura se siente muy cerca de ellos (los quiere a todos, pero, si hace falta, los mata), mientras que Concha procura alejarse de ellos.

Después de tan interesante intercambio de impresiones, se procedió a seleccionar el ganador del concurso de relatos que se había convocado con la temática de la mesa redonda, resultando premiado En busca de la eternidad, de Daniel Covacho Cordero, y los representantes de la Sociedad Tolkien que habían asistido invitaron a los presentes a la exposición y las conferencias que comenzaban la semana siguiente en la Biblioteca Provincial Infanta Elena de Sevilla.

5 comentarios:

Biblioforum dijo...

¡Que buena crónica! Nos has hecho el trabajo de una manera excelente. Muchas gracias Miguel

Capitán Nadie dijo...

Gracias José Ángel. Excelente. Más aún para los que no pudimos asistir.

José Angel Muriel dijo...

Miguel debe de ser mi hermano gemelo, que a veces trastea por aquí. :D

Biblioforum dijo...

Perdona José, con la carajera de la mañana te he cambiado el nombre. No vuelvo a comentar a nadie antes de desayunar

Laura S.B. dijo...

Es una crónica estupenda, muchas gracias por la entrada :)