domingo, 27 de enero de 2008

Los padrinos de Irene

Desde el 6 de enero, Irene tiene padrinos oficialmente. Son sus titos Pilar, madre de su prima Pilarcita y hermana de su madre, y Francisco Luis, hermano de su padre. Ambos están muy contentos con la misión que les ha tocado desempeñar. En particular, el Padrino, ese personaje que ha aparecido por aquí en alguna ocasión intentando ocultar su identidad, ha querido manifestar sus impresiones de la siguiente manera:

IRENE
[...] Hoy quiero hablar de mi sobrina. Irene. Ella aún no ha nacido, pero ya me ha robado un trozo de mi corazón. Aún falta algo más de un mes para su llegada, pero su tito la espera con los brazos abiertos. La verdad es que estoy muy emocionado. Y muy feliz. Me parece mentira cuando me doy cuenta lo que Irene es capaz de mover en este mundo. Sobre todo en los que estamos más próximos a sus papás y a ella misma.

El pasado día de Reyes, 6 de enero, mi hermano y mi cuñada me hicieron el mejor de los regalos. Me anunciaron que habían decidido otorgarme el privilegio y el orgullo de ser el padrino de esta criaturita. No sé si fui capaz de expresarles toda mi gratitud, pero espero que fuesen capaces de interpretar mi cara de satisfacción y alegría y mis ojos humedecidos y brillantes. Me hace muchísima ilusión. Seré el padrino de Irene. Ya me imagino bañando a esta pequeñaja o cambiándole algún que otro pañal. Ya me la imagino mirándome, sonriendo mientras le hago una payasada.

La cunita de Irene

Hace unos días estuve en casa de los papás. Les eché una mano en el acondicionamiento del dormitorio de Irene. Color en las paredes, cenefa infantil, pegatinas con motivos de Disney... movimiento de muebles... montaje de cuna... cambio de cortinas... peluches... y ya está. Irene ya tiene su dormitorio preparado. Pasé todo el día allí, y no sé cuantas veces me asomé al dormitorio de Irene durante la tarde. Solo falta ella. Me acercaba a la cuna y veía esa misma imagen que encabeza esta parrafada: Una cuna llena de vida y color. Cuanto te quiero Irene y todavía no te conozco. Que ganas tengo de que llegues.

Originalmente apareció en el fotolog de Muri.

6 comentarios:

Violeta J. dijo...

Me encanta escucharos hablar de Irene, leeros y ver como se os cae la baba. En cierta manera nos hacéis participe del evento y os puedo asegurar que me habeis emocionado más de una vez.
Ya se lo dije a él personalmente, ahora te lo digo a ti. Aun escribiendo de forma muy diferente, los dos tenéis una sensibilidad especial que trasmitis a la persona que os lee, no cambieis!!!
Él con su descripcion, y tú con tus cuentos y tu escrito al embarazo de MªCarmen, nos acercais a vuestros corazones, participando como uno más, y las ganas de que nazca y conocerla se trasmite e intensifica!!!
Que ganas tengo de poder verla pronto y poder darle un beso y quedarme mirando a ese milagro (es que para mi el nacimiento de los bebés son autenticos milagros).
Yo me apunto a conocerla cuando nazca y descanseis, eh??
Besazos a los padres, padrinos y a Irene!!!

José Angel Muriel dijo...

Estás invitada, violeta. Muchas gracias por tu cariño.

Anónimo dijo...

Yo sólo tengo un sobrino. Nunca tuve claro si quería ser madre, por mi complejo de Peter pan o de eterna adolescente; pero siempre quise tener un sobrino. En fin, que lo adoro y se me cae la baba con él.
Ánimo, que ya falta menos tiempo de espera!!!!!!!!!

José Angel Muriel dijo...

Me parece que el complejo de Peter Pan lo arrastramos casi todos en nuestra generación. Por eso están llegando tan tarde y a la vez los bebés. Al igual que la mayoría nos casamos o nos fuimos a vivir con nuestra pareja ya mayorcitos. Es un signo de nuestra época.

Anónimo dijo...

No sé. Antes la gente hacía las cosas de otra manera. Se casaban muy jóvenes, y he encontrado en muchas de esas parejas que lo hacían con demasiado desconocimiento, con demasiada inocencia.

José Angel Muriel dijo...

Sí, ahora nos pensamos más las cosas. Pero, claro, también es necesario más tiempo para encontrar cierta estabilidad. Los trabajos no son permanentes, los pisos y los alquileres están por las nubes, amueblar tu casa vale casi tanto como comprarla...