jueves, 17 de enero de 2008

Taller: Para escribir mejor

Aunque las cosas poco habituales, como la literatura fractal, resultan muy interesantes y conviene destacarlas, para conocer técnicas y propuestas vanguardistas, también debemos centrarnos en los recursos más convencionales.

Gracias esta vez a mi amiga Cristina Monteoliva, a la que conocí casi por casualidad hace algún tiempo por medio de este maravilloso e inabarcable mundo electrónico, he podido llegar hasta páginas en las que personas preocupadas por la literatura y la escritura se esfuerzan en intentar ayudar a los demás y proporcionarles herramientas y ejemplos para el buen uso del lenguaje.

Algunas son muy útiles. Es el caso de Cómo escribir correctamente, de Santiago Moro, que se centra en las reglas de ortografía, puntuación y gramática. Como él mismo defiende en uno de sus artículos, "hay dos poderosas razones para intentar escribir correctamente:

- Evitar, en la medida de lo posible que se interprete erróneamente aquello que queremos decir. Una buena parte de ello se consigue con una buena redacción, el resto depende, principalmente, de la utilización de los signos de puntuación. Existen mil ejemplos de frases que adquieren distintos significados según se coloque una coma en un lugar o en otro.

- Bino hel habad kon huna zesta yena de uebos... Es exagerado, pero, ¿a que te ha costado leerlo más de lo habitual? La repetición de faltas de ortografía, además de dar una pésima imagen, impide a nuestro cerebro interpretar con fluidez lo que está leyendo, por lo que nuestro lector perdería la concentración y el texto le parecería un auténtico tostón."

Se trata de una recopilación de reglas muy completa. Tanto es así que el autor ha publicado un libro recogiendo todo el contenido del blog.

6 comentarios:

Javier Márquez Sánchez dijo...

Ya conocía este blog, y es verdad que resulta muy interesante. Aunque tengo que decir que ese ejemplo ("Bino hel habad kon huna zesta yena de uebos... Es exagerado, pero, ¿a que te ha costado leerlo más de lo habitual?") puede quedar obsoleto en breve. Con el auge del lenguaje nacido de los mensajes de móvil y los chats, los más jóvenes se están acostumbrando a un empleo de la ortografía y la gramática realmente desconcertante. Incluso tengo algunos amigos profesores, esto es, los primeros que habrían de velar por un uso correcto de la lengua parta inculcárselo así a sus alumnos, que recurren sin embargo a ese mismo tipo de usos.
Aquellos que defendemos el gusto por escribir bien y el placer por leer de igual modo empezamos a ser “los últimos de Filipinas”. Y precisamente por todo, más aún recomiendo ese blog.

Saludos

Anónimo dijo...

Pues sí, es una página de lo más útil a la que yo llegué casi por casualidad! Fue todo un hallazgo.
Por cierto, a ver si pronto tu editorial vende ON LINE. Pronto me quedaré sin libros que leer...

José Angel Muriel dijo...

Es algo que les he recomendado: la venta por internet. De hecho, contigo iban a actuar así finalmente, pero lo paramos para enviarte el ejemplar dedicado. La venta por internet podría funcionar y sería una fuente de ingresos exclusivamente para ellos. La plataforma sería sencilla. En unos días me pongo en contacto contigo, Cris.

Anónimo dijo...

Hay mucha más gente dispuesta a comprar por internet de lo que uno podría pensar!!! Yo últimamente lo estoy comprobando. Así que yo creo que sí, que tu libro podría llegar a más gente de esa manera!
En cuanto sepas algo, ya sabes!

Santyago dijo...

Hola, soy Santyago, el del blog de las reglas de escritura. Me parece estupendo que os guste; no es más que lo que he ido aprendiendo mientras escribía y, posteriormente, corrigiendo novelas de otras personas.
Sobre el "lenguaje" de SMS y Messenger... Espero que se imponga la cordura y no salga de esos ámbitos.
Bueno, si tenéis alguna sugerencia para el blog, o le encontráis alguna pega o errata, para eso estamos, que lo tengo algo olvidado desde hace tiempo.
Saludos.

Para lo que queráis, mi dirección es:
santyago.moro@gmail.com

José Angel Muriel dijo...

Muchas gracias, Santyago. Es un placer que te pases por aquí.